El hígado es un órgano fundamental para la salud integral del cuerpo humano, cuya función principal incluye la eliminación de sustancias tóxicas que se acumulan diariamente. La preocupación por la detoxificación hepática cobra fuerza debido a los hábitos modernos y la exposición a diferentes contaminantes. Alexandra Henríquez, ginecóloga, destaca la importancia del metabolismo hepático como un soporte indispensable para diversos sistemas biológicos, especialmente el endocrino.
El hígado actúa como un «laboratorio natural» donde se gestionan no solo los tóxicos externos sino también los medicamentos y las hormonas, en particular las esteroideas como los estrógenos. Estas hormonas son liposolubles, lo que significa que se disuelven en grasa y requieren un proceso complejo para su correcta eliminación.
El funcionamiento del hígado se divide en dos fases interrelacionadas y específicas. La primera etapa consiste en la hidroxilación. Este proceso transforma las hormonas liposolubles en compuestos más hidrosolubles, facilitando su expulsión mediante la orina, las heces o incluso el sudor. En la primera fase del metabolismo hepático, ciertas enzimas actúan modificando las moléculas originales para hacerlas más solubles en agua. Esto es crucial para que el cuerpo pueda procesarlas y desecharlas adecuadamente. Sin embargo, el reto no termina aquí.
La segunda fase es complementaria al convertir estos metabolitos intermedios en formas menos reactivas a través de mecanismos de conjugación. Aquí se unen grupos químicos específicos, como metilo, sulfato, glutación o aminoácidos, que neutralizan compuestos potencialmente dañinos y facilitan su eliminación.
Este doble proceso asegura que el organismo se libere no solo de químicos externos sino también de hormonas usadas o metabolizadas que pueden ser nocivas si permanecen activas. Alexandra Henríquez enfatiza que si la segunda fase encuentra dificultades para procesar estos compuestos, pueden generarse problemas como la reactivación estrogénica. Esto implica que metabolitos tóxicos se acumulen y activen excesivamente los receptores de estrógenos, lo que conlleva riesgos para la salud hormonal y metabólica.
La importancia de un hígado funcional
En la actualidad, donde la exposición a contaminantes ambientales, la ingesta frecuente de medicamentos y las alteraciones hormonales son comunes, mantener un hígado sano resulta prioritario. El hígado no solo neutraliza las toxinas, sino que también regula la cantidad y equilibrio de hormonas esenciales para funciones reproductivas y metabólicas.
Henríquez insiste en que nuestra vida cotidiana está cargada de toxinas acumulativas que el cuerpo por sí solo puede no eliminar completamente. Esto puede empeorar debido a dietas poco equilibradas, consumo de alcohol o estrés continuo. Por ello, es recomendable realizar limpiezas hepáticas o tratamientos que apoyen la detoxificación, siempre bajo supervisión médica.
Es un error común pensar que limpiar el hígado es solo una moda; en realidad, es una medida preventiva para evitar enfermedades asociadas a la acumulación de sustancias nocivas, desde trastornos hormonales hasta problemas metabólicos crónicos.
Una. Ginecóloga arreglando hígados...ejem ejem No digo na y lo digo to !!