Los cambios en la Seguridad Social que entrarán en vigor a partir del 1 de enero del próximo año 2026 están generando un considerable interés entre la población activa española. Las últimas previsiones oficiales, enmarcadas en la reforma del sistema de pensiones, apuntan a un incremento significativo en las cotizaciones que afectará directamente a las nóminas de millones de trabajadores y a los costes laborales de las empresas. El objetivo primordial de estas medidas es reforzar el Fondo de Reserva ante el desafío demográfico del envejecimiento de la población, asegurando así la viabilidad de las pensiones futuras.
En concreto, la modificación se articula a través de tres pilares fundamentales: el aumento progresivo del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), la implementación y escalada de la cuota de solidaridad para los sueldos más elevados, y la revalorización de la base máxima de cotización. Estas acciones conjuntas buscan una mayor aportación al sistema, especialmente por parte de aquellos con mayores ingresos, para hacer frente a las crecientes necesidades financieras derivadas de una población cada vez más longeva y con una menor tasa de natalidad. Es una estrategia a largo plazo para blindar el futuro de las pensiones en España.
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), concebido como un recargo adicional sobre la nómina, es la herramienta principal para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Si bien en este 2025 se sitúa en el 0,80 %, las proyecciones indican que en el próximo año 2026 este porcentaje ascenderá al 0,90 %. De esta cantidad, el 0,75 % será asumido por la empresa, mientras que el 0,15 % restante recaerá sobre el trabajador en el caso de los empleados por cuenta ajena. Los autónomos, por su parte, asumirán la totalidad del 0,90 % de este recargo. Paralelamente, la cuota de solidaridad, que afecta a los salarios que superan la base máxima de cotización, también experimentará un crecimiento, al igual que la propia base máxima, lo que encarecerá la aportación de los trabajadores con remuneraciones más elevadas.
Un pilar para las pensiones
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) fue introducido en el sistema de la Seguridad Social española para sustituir al anterior Factor de Sostenibilidad, con el propósito explícito de garantizar la viabilidad del sistema de pensiones a largo plazo. Su implementación responde a la necesidad de ajustar los ingresos y gastos del sistema ante los cambios demográficos, especialmente el envejecimiento de la población y la jubilación de la generación del 'baby boom'. Este recargo adicional sobre las cotizaciones sociales se aplica de forma gradual y progresiva, con un calendario de incrementos ya establecido.
Desde su entrada en vigor en 2023 con un 0,6 %, el MEI ha ido aumentando anualmente. En 2024 se situó en el 0,7 %, y en este 2025 ha alcanzado el 0,8 %. Como ya hemos avanzado, para el próximo año 2026, el porcentaje se elevará al 0,90 %. Este incremento continuará de forma escalonada hasta alcanzar el 1,2 % en el año 2032, momento en el que se estabilizará. La distribución de este porcentaje se mantiene constante: en el caso de los trabajadores por cuenta ajena, la mayor parte, el 0,75 % en 2026, correrá a cargo de la empresa, mientras que el 0,15 % restante será aportado por el empleado. Los trabajadores autónomos, en cambio, asumen la totalidad del porcentaje del MEI, que será del 0,90 % en 2026. Esta medida busca una distribución equitativa del esfuerzo para sostener el sistema, implicando tanto a empleadores como a empleados y autónomos en la financiación de las pensiones.
La cuota de solidaridad
La cuota de solidaridad representa un importe adicional de cotización a la Seguridad Social, diseñado específicamente para aquellos trabajadores por cuenta ajena cuyos salarios superan la base máxima de cotización. Su filosofía es clara: quienes ganan más, aportan más al sistema, contribuyendo así a una mayor equidad y sostenibilidad. Esta medida ha comenzado a aplicarse a principios de este 2025, y sus porcentajes varían en función de cuánto exceda el salario la base máxima establecida.
Para este 2025, y teniendo en cuenta que la base máxima de cotización provisional en España se ha situado en 5.101,20 euros mensuales (equivalentes a 61.214,40 euros anuales), se distinguen distintos tramos de cotización para esta cuota de solidaridad. Los trabajadores con salarios que superen la base máxima hasta un 10 % adicional, aplicarán un 1,15 % de cuota de solidaridad sobre esa parte del salario. Aquellos que ganen entre un 10 % y un 50 % por encima de la base máxima, verán aplicado un 1,25 %. Finalmente, para los salarios que superen en más de un 50 % la base máxima, la cuota de solidaridad ascenderá al 1,46 %. Es crucial destacar que esta cuota de solidaridad no se aplicará a los trabajadores incluidos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), lo que supone una diferencia importante respecto al MEI.