Las bases de Ciudadanos en la Isla, que son escasas, analizan el batacazo del partido, acorde con los resultados del domingo, entre la autocrítica y la petición de dimisiones entre los dirigentes del partido en Balears. Pero nadie tira la toalla ni ha habido más abandonos que los registrados antes de la cita del 10N.
La asamblea de este partido en Ciutadella, donde se halla el núcleo con más estructura y organización, señala que la imagen ofrecida por el partido no era la más adecuada, «desde abril se ha ofrecido una posición errónea al decir que no se votaría en ningún caso a Pedro Sánchez y luego se ofreció un acuerdo precipitado», explica Joan Triay, quien, aunque dejó los cargos público y orgánico mantiene autoridad moral e ideológica entre sus compañeros.
Apunta hacia Palma y hacia el secretario de organización de Menorca, Jesús Méndez, al pedir dimisiones, como ha planteado también Pericay, otro de los damnificados en la nueva etapa de Ciudadanos. En el comité insular del partido solo quedan ahora mismo tres miembros tras los abaondonos de Miguel Bueno del Amo, coordinador de Maó, y de Eudimio Carrasco después de las elecciones locales de mayo.
Jorge de Diego, uno de los cinco concejales de la formación y candidato al Senado, considera que el electorado «se ha movido hacia discursos más duros y radicales a juzgar por los resultados. No hemos tenido un mensaje claro para el electorado menorquín», señala, «el voto ha estado condicionado antes y ahora por el efecto nacional».
En su opinión, se ha debilitado el armazón ideológico de Ciudadanos, «gran cantidad de gente nos afea el giro a la derecha que dicen que se ha producido» y sigue pensando que la horquilla de Ciudadanos debe abarcar el centro y los espacios contiguos a izquierda y derecha.
Comparte el veto a Sánchez «por las circunstancias en que se produjo», aunque admite que mucha gente lo ha visto «como meter dos balas en el mismo revólver y jugar a la ruleta rusa: una bala es la posibilidad de hacer vicepresidente a Pablo Iglesias» y la otra, haber abierto más espacio al PP.
Números homogéneos
El secretario de organización, Jesús Méndez, sin esconder el palo que han supuesto estos resultados, atenúa la autocrítica al advertir que los números de Menorca están en consonancia con los registrados en el ámbito nacional. En su opinión, «es una relación lógica, que no nos satisface en absoluto», dice el líder del partido en la Isla.
Los ciudadanos votaron esta vez por el voto útil, o sea, el que permite gobernar a la izquierda o la derecha. Se dejó de centrismos para otra ocasión. Toca conformar gobierno. Y el voto de siempre se impuso. Es cierto que nadie se esperaba ese descalabro, no tanto el voto de castigo por lo de Cataluña.