La candidata de Sumar, Yolanda Díaz, (Fene, 1971) a las elecciones generales que se celebrarán el próximo 23 de julio aspira a convertirse en la primera presidenta de España. «Quiero ser la primera presidenta de mi país», ha confesado ella misma. No es la única que lo piensa, ya que Iván Redondo, asesor político y exdirector de Gabinete de la Presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez, también lo vaticinó hace un tiempo; al igual que el exlider de Podemos, Pablo Iglesias.
Díaz lleva la política en la sangre, ya que su padre Suso Díaz era militante en el PCE en la clandestinidad y fue secretario general de CCOO en Galicia. De niña estaba acostumbrada a ver como por su casa solían pasar «camaradas comunistas»; uno de los recuerdos que guarda con más cariño es que Santiago Carrillo le besó la mano cuando tenía cuatro años. Además, su tío Xosé Díaz fue diputado en el parlamento de Galicia. Uno de los golpes más duros que ha sufrido la candidata de Sumar es el repentino fallecimiento de su madre, en el año 2013 cuando sólo tenía 66 años; ambas estaban muy unidas. Diez años después aún es habitual que Díaz cuelgue fotos de su progenitora, acompañadas de hermosas palabras; además, a su hija le puso su nombre.
Licenciada en Derecho, también ha tenido cierta polémica en torno a su formación. Así, en su biografía publicada en la web de la Moncloa aseguró tener másteres, pero en 2021 la corrigió calificándolos de postgrado. En el ámbito laboral empezó colaborando con varios despachos de abogados, hasta abrir el suyo propio en Ferrol; su especialidad son los temas laborales y fue asesora de la cofradía de pescadores y mujeres. Su andadura política comenzó en 2007, cuando fue elegida regidora del Ayuntamiento de Ferrol, donde formó un Gobierno de coalición con el PSOE y ocupó el cargo teniente de alcalde. En 2012 dio el salto a la política autonómica en Galicia y fue designada viceportavoz. En 2016 dio un paso más, y obtuvo un escaño en el Congreso de los Diputados. En 2020 fue nombrada ministra de Trabajo y Economía Social y en 2021, tras la salida de Pablo Iglesias del Gobierno, también asumió el cargo de vicepresidenta segunda.
Capacidad de negociación
Durante esta legislatura, Díaz ha puesto de manifiesto su talante negociador, logrando importantes acuerdos con los agentes sociales como la reforma laboral. En este caso no obtuvo los votos suficientes en el Congreso de los Diputados y fue aprobada gracias a un error de un diputado del PP; ella misma ha confesado que habría dimitido si no hubiese salido adelante. A la líder de Sumar también se le atribuyen los dos incrementos del Salario Mínimo Interprofesional.
Díaz también ha confesado que le molestó mucho el 'dedazo' de Pablo Iglesias, del que el exlíder de la formación morada presume con frecuencia. Actualmente, las relaciones entre ambos no pasan por un buen momento, más bien todo lo contrario. La gallega ha impedido estar en las listas de Sumar a cargos muy destacados de Podemos, como es el caso de la Ministra de Trabajo Irene Montero, o el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique.
El tiempo dirá si el 23 de julio España tiene a la primera presidenta del Gobierno de su historia. Hasta el momento, ninguna encuesta le ha atribuido una victoria en las próximas elecciones generales, pero en política los electores tienen la última palabra y todo es posible.