La vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha dicho este martes que su partido negociará con «discreción» una investidura de Pedro Sánchez como presidente tras el 23J con aquellas formaciones a favor de la «mayoría social» de España, y ha rechazado el referéndum para Cataluña y la amnistía que pide Junts.
«El PSOE siempre ha sido muy claro con esta cuestión. Somos un partido constitucionalista, cualquier cuestión que abordemos tiene que estar en ese marco constitucional», ha comentado en una entrevista en La Ser preguntada por el referéndum y la amnistía, que son dos exigencias que Junts ha planteado para apoyar una hipotética investidura de Sánchez como presidente del Gobierno.
El PSOE quedó en segundo lugar en las elecciones generales del pasado domingo, tras el PP, pero tiene opción de seguir gobernando con el apoyo de Sumar, ERC, EH Bildu, BNG, PNV y el sí o la abstención de Junts. Montero ha dicho que ahora la prioridad es la constitución de las Cortes el 17 de agosto, y ha confirmado que los socialistas aspirarán a presidir la Mesa del Congreso de los Diputados, pero también ha ratificado la voluntad del PSOE de negociar una investidura de Sánchez, para lo que ha pedido «discreción».
«Para llevar una negociación a buen puerto necesitamos tener discreción. Seguiremos hablando como siempre con todos aquellos que quieran seguir desarrollando un proyecto de país donde prime la mayoría social, el interés general», ha declarado. Preguntada directamente si Junts forma parte del «marco progresista» que podría apoyar una investidura de Sánchez, la también ministra de Hacienda en funciones ha dicho que quien tiene que responder a ello es esta formación, a la que no ha querido calificar, y ha negado que pueda llegar a haber una «balcanización», como ha augurado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
«En absoluto, se produciría una articulación de lo que la gente ha querido, de lo que la gente ha votado. Ha votado mayoritariamente progreso», ha asegurado. Montero ha incidido en la necesidad de articular «un acuerdo y consenso» para que siga habiendo un gobierno «progresista» en España, «a pesar de la discrepancia que pueda haber a priori entre los sentidos ideológicos de cada formación», y se ha mostrado convencida de que se logrará.
Y sobre si hay margen para negociar medidas para Cataluña tras los indultos a líderes del procés y la reforma de los delitos de sedición y malversación, ha comentado que «hay margen para seguir desarrollando una España de avance» que, a su juicio, «es la única lectura de estas elecciones», al haber ganado en su opinión «una mayoría de progreso».