El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido, frente a las críticas de «pérdida de tiempo» lanzadas por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, su derecho a ir al debate de investidura tras ser «el ganador» el 23J y recibir el mandato del rey Felipe VI. En todo caso, ha asumido que pesa el escenario de que no sume para ser presidente con un mensaje preventivo: «Defenderemos la libertad y la igualdad de los españoles cueste lo que cueste; aunque nos cueste la Presidencia del Gobierno».
Con Sánchez a pocos kilómetros de Santiago, el líder del PP ha elegido la capital gallega para remarcar perfil «constitucionalista» a días de que se celebre su debate de investidura -en el que, a priori, no cuenta con votos suficientes para ser elegido presidente, una coyuntura palpable tanto en su discurso como en el del titular de la Xunta, Alfonso Rueda, quien le expresó su apoyo sin fisuras-.
A tal fin, Feijóo ha recurrido a una efeméride y ha apuntado que el próximo 6 de diciembre se van a conmemorar los 45 años de la Carta Magna, antes de lamentar que nunca en este tiempo fue preciso «defender con tanto énfasis un principio básico que diferencia a la democracia de la dictadura: la igualdad de todos los ciudadanos».
Lo ha hecho en un acto en el que, bajo el lema 'Por la igualdad de los españoles', se han reunido 1.500 personas y que antecede al previsto en Madrid para el próximo domingo 24. En el Multiusos do Sar, arropado por los suyos, y después de una intervención en el que el líder del PP gallego, Alfonso Rueda, ha proclamado que «ningún Gobierno vale la dignidad de un político», Feijóo ha asegurado que los españoles siempre tendrán al PP como «garantía» de compromiso con la Constitución.
Enfrente, ha recordado que el «último expulsado» del PSOE fue Pedro Sánchez en la crisis del año 2016. «Hoy es el Partido Sanchista», ha afeado, con ejemplos como la reciente expulsión de Nicolás Redondo -a la que también hizo referencia la diputada Marta González, encargada de abrir el acto-; y ha repudiado las críticas que el socialista le ha lanzado desde la localidad vecina de Oroso, subrayando que, en este caso, quien le cuestiona tuvo menos votos que él el 23J y cede por «conveniencia personal» a los «chantajes» independentistas.
Así, ha tratado de combatir a Sánchez con sus propias críticas y ha enfatizado que no es «una pérdida de tiempo cumplir y hacer cumplir la Constitución, cumplir y hacer cumplir el mandato del jefe del Estado» o «cumplir y tener respeto por el resultado de las urnas», y ha garantizado que el PP «construirá el futuro de España. Vamos a seguir luchando porque España nos necesita más que nunca», ha sentenciado.
En su intervención, que inició en gallego, el líder popular ha destacado que el partido que le proyectó políticamente «siempre responde» y, además de ensalzar la «estabilidad política, institucional y social» que garantice que Galicia «funcione frente a los bloqueos», ha erigido a Rueda en «uno de los mejores» presidentes autonómicos del país.
Aún en gallego, una «lengua natural y cordial», y antes de «olvidarse de los pinganillos», ha proclamado que el PP es «un partido de Estado» y ha afirmado que este hecho «quedará concretado en los próximos días». Y a renglón seguido se ha centrado en la campaña que desde Génova se ha emprendido en favor «de la igualdad».
Así, además de este acto, ha aludido al que está previsto en Madrid el próximo domingo, al que ha invitado «a todos los que quieran ir». No en vano, en el marco de una polémica aderezada por los distintos pronunciamientos de los populares en relación al evento, ha recalcado que «lo que está pasando en España es mucho más» que un acto de partido.
Y ha aludido al «gran pacto de Estado» de la aprobación de la Constitución, del que se cumplen 45 años el próximo 6 de diciembre, convencido de que un acuerdo similar sería hoy «casi imposible». En todo caso, ha reafirmado el compromiso del PP con los principios de la Constitución, ya que se habla, ha dicho, «de la salvaguardia de la democracia, y de la garantía de los derechos y libertades» de los ciudadanos.
«Nunca en esos 45 años hemos tenido que defender con tanto énfasis un principio básico y fundamental que diferencia la democracia de la dictadura que es la igualdad de todos los ciudadanos y, en consecuencia, la igualdad de todos los españoles», ha aseverado.
«Podríamos decir que en una democracia madura como la nuestra, haber llegado a este nivel de degradación moral y política no tiene nombre, pero en España sí lo tiene», ha esgrimido, y ha apuntado a Sánchez, antes de citar varios ejemplos, como que ERC «dictase» lo que había que hacer con los indultos y la sedición. Así, ha lamentado que haya quien pone a condenados a «escribir el código penal para borrar sus delitos».
«No ha sido para equipararnos a Europa, sino por la conveniencia personal de Sánchez», ha apuntado, con la que también ha vinculado otras cuestiones, como la «campaña de imagen a Bildu y Otegi para que tenga opciones de ser lehendakari» o que «un expresidente de la Generalitat buscado por el Tribunal Supremo», en referencia a Carles Puigdemont, «decida quién va a ser el próximo presidente del Gobierno».
Enfrente, ha reivindicado a España como «una nación de ciudadanos libres e iguales. Nosotros vamos a defender la libertad y la igualdad de los españoles ante cualquiera aunque nos digan que no. Y lo vamos a hacer cueste lo que nos cueste; aunque nos cueste la Presidencia del Gobierno de España», ha sentenciado.
«Un político independentista no vale más que un político que no lo es. Y un ciudadano que vota independentismo no vale más que un ciudadano que vota por la unión de todos los pueblos de España. No puede ser y no lo será», ha agregado, en un discurso centrado en realzar el perfil constitucionalista del PP sin alusiones expresas a la amnistía, aunque sí al "chantaje" independentista a Sánchez.
«Vamos a defender la libertad de los españoles y de un presidente que no está intervenido por media docena de diputados, la libertad de voto con la que los españoles, después de varios años, han vuelto a colocar al PP como primer partido de España. Y la libertad de expresión. No nos van a callar», ha proclamado, convencido de que «molesta» que él vaya a la investidura porque fue el «ganador» el 23J y porque podrá explicar que el proyecto del PP no está «sometido a ningún chantaje».
«Les molesta que defendamos la libertad y la igualdad de todos los españoles ante la ley; que demos voz a todos los españoles mientras ellos escuchan a aquellos que dicen que no quieren ser españoles, que les recordemos sus incontables mentiras», ha advertido.
Así, ha reprobado que la actual dirección del PSOE, que «ni siquiera reconoce el resultado electoral», trató de «silenciar» a los votantes del PP, para luego buscar «arrinconarle» y ahora «expulsa a los suyos por defender la Constitución. Les expulsan por defender la dignidad. La coherencia, el sentido común y la defensa de las instituciones ya son oficialmente incompatibles con militar en el PSOE», ha criticado.
Al tiempo, ha recordado que «al último» al que echaron del PSOE por «manchar las siglas y dar un pucherazo» fue al propio Sánchez, y ahora, ha dicho, solo existe «el Partido Sanchista. Yo no sé si ganaremos o no la investidura, pero los españoles no van a perder la dignidad. Eso nunca, podéis estar seguros», ha garantizado, en un acto que ha cerrado abrazado en la tribuna con Álex Doval, alcalde popular de Oroso, donde los socialistas celebraban su acto con Sánchez.