La presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, ha propuesto a la Mesa de la Cámara un protocolo con pautas para casos de errores en votaciones públicas por llamamiento y evitar en el futuro controversias como la ocurrida el pasado viernes con un diputado de Junts que dijo 'sí', luego 'no', y al final se computó como 'nulo'.
En la segunda votación de la investidura del candidato 'popular', Alberto Núñez Feijóo, el diputado independentista Eduard Pujol se levantó y dijo 'sí', pero cuando ya estaba sentándose parece que se dio cuenta del error y pronunció 'no'.
Sin embargo, la secretaria cuarta de la Mesa del Congreso, la 'popular' Carmen Navarro, encargada de repetir en ese momento el voto de cada diputado para que los servicios jurídicos llevaran la cuenta, ratificó el 'sí' inicial de Pujol. Esta situación provocó un retraso en el recuento de los votos porque mientras que el PP se negaba a computar como 'no' el voto de Pujol, recalcando que la jurisprudencia del Constitucional establece que el voto es «irrevocable», en el PSOE no aceptaban la exigencia de los 'populares' de dar por bueno el 'sí' porque Pujol rectificó sobre la marcha.
Ante esta situación, Armengol acabó declarando nulo el voto del independentista catalán, provocando airadas protestas en el PP, que achaca a la presidenta «abuso de autoridad» y que este mismo lunes registró un escrito en el Congreso pidiendo a la Mesa del Congreso rectificar el citado voto nulo. En dicho escrito, recogido por Europa Press, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, tacha de «arbitraria» la actuación de la presidenta del Congreso, que considera que constituye «un precedente grave y peligroso» para el «recto» funcionamiento de la Cámara.
Según defiende, declarar nulo el voto de un diputado supone, a juicio de Gamarra, «una indudable infracción del principio de legalidad consagrado en el artículo 9,1 de la Constitución española», que contempla que los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.
Entre otras cosas, el Reglamento del Congreso establece en su artículo 86 que en una votación de investidura sólo caben tres opciones: sí, no o abstención, pero no menciona el voto nulo. Así las cosas, la presidenta del Congreso ha entregado este martes a todos los miembros de la Mesa un escrito para fijar un criterio interpretativo ante estas situaciones. La idea, según recalcaron a Europa Press fuentes parlamentarias, es que pueda ser ratificado la próxima semana con las aportaciones que quieran hacer tanto Sumar como el PP.
En aras de garantizar la seguridad jurídica y de proteger el derecho fundamental de voto de los diputados, Armengol manifiesta en dicho escrito que en caso de error en el sentido del voto expresado de viva voz, el diputado podrá corregirlo, siempre y cuando lo haga «de manera inmediata y sin solución de continuidad».
Y añade que, advertida esta circunstancia, el secretario encargado en ese momento de repetir el voto interrumpirá el llamamiento y solicitará al diputado que exprese nuevamente el sentido del mismo, «considerándose entonces el voto definitivo y válidamente emitido».
La presidenta pauta este criterio porque el artículo 86 del Reglamento, que recoge cómo son las votaciones públicas por llamamiento, no establece cómo ha de procederse en caso de un error corregido en segundos, y porque «nunca antes hasta ahora» esta práctica había sido objeto de contestación. Y es que la presidenta sostiene que, hasta la fecha, «siempre» se había permitido que, en este tipo de votaciones de viva voz, el diputado pudiera corregir su voto de forma inmediata en el caso de haberse equivocado. En el caso de Pujol, el diputado no hizo amago de pedir rectificación a la Mesa, sino que se quedó en su escaño riendo con sus compañeros por el error.