El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha anunciado tras ser designado por el rey como candidato a la investidura que quiere iniciar este mismo miércoles «sin tiempo que perder» las conversaciones con las formaciones políticas, que comenzarán con la líder de Sumar, Yolanda Díaz. En una comparecencia en La Moncloa, el secretario general de los socialistas ha adelantado así los pasos que va a dar tras convertirse en el candidato a la investidura, que se inician mañana con la reunión en el Congreso con la vicepresidenta del Ejecutivo, con la que aspira a reeditar el gobierno de coalición.
Ha agregado que la ronda de contactos se retomará pasadas las dos cumbres que se celebran en Granada esta semana y que en la misma estarán todos los representantes de otros partidos a excepción de Vox.
Según ha expresado Sánchez, es la hora de la «generosidad», el «compromiso», el «liderazgo» y la «política» para resolver el problema político de Cataluña y para sacar adelante la investidura y ha asegurado que cuando finalice la ronda de contactos con los grupos parlamentarios «fijará posición» sobre sus exigencias. Tras ser designado candidato a presidir nuevamente el Gobierno, Sánchez ha rechazado expresamente un referéndum de autodeterminación en Cataluña y ha defendido la «difícil» decisión que tomó sobre los indultos a los condenados por el 'procès' porque, a día de hoy, puede constatar «que fue acertada» y bien tomada en aras del interés general.
Así, ha asegurado que los pactos que pueda alcanzar de cara a su investidura y para toda la legislatura serán transparentes y serán refrendados por el poder legislativo y «seguro» hasta por el Tribunal Constitucional que deberá pronunciarse para avalar su «absoluta garantía». Sin mencionar abiertamente una ley de amnistía para los independentistas condenados, Sánchez ha reconocido que existen conversaciones con los distintos grupos y fuerzas catalanas. «No tengo que esconderlo», ha dicho, antes de señalar que las mismas son y serán discretas, pero que los acuerdos, que espera se produzcan, serán públicos y tendrán el aval del Congreso e incluso del Constitucional.
Ha insistido en que es la hora de la «generosidad», el compromiso, el liderazgo y la política para resolver el problema político de Cataluña y para sacar adelante la investidura y ha asegurado que cuando finalice la ronda de contactos con los grupos parlamentarios «fijará posición» sobre sus exigencias.
Tras confesarse «ilusionado y honrado» por el mandato de las urnas y el encargo del Rey, ha remarcado que su investidura no será una «broma». «No voy a una investidura postiza, va a ser de verdad», ha asegurado para insistir en que él «no va a hacer perder el tiempo a los españoles». Ha confiado en lograr sacar adelante un gobierno de coalición para «consolidar y ampliar» los avances de la pasada legislatura y para perseverar en la línea de la «concordia» en Cataluña junto con su socio en La Moncloa, Sumar, con quien iniciará mañana mismo la ronda de contactos.
En ella estarán todos los grupos parlamentarios a excepción de Vox. Sánchez ha insistido en la necesidad de completar la superación de las «discordias pasadas» y se ha mostrado convencido de que existe en España una amplia mayoría social que quiere un gobierno de progreso. «Apelo a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas para traducir esa mayoría social en un gobierno de progreso y convivencia», ha concluido.