La ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha dicho este miércoles que «la amnistía favorece un acuerdo global que permita», a través del «diálogo» y de «medidas consensuadas», ser «capaces de seguir avanzando en el mejor encaje de Cataluña en España». En una entrevista en la SER, la número dos del PSOE ha repetido hasta tres veces que en la negociación con el resto de fuerzas políticas para la investidura de Pedro Sánchez «no hay acordado nada hasta que este acordado todo», lo que significa que «un acuerdo se hace en base a que todos los puntos formen un todo coherente».
Preguntada por la amnistía exigida por los independentistas catalanes, en concreto por si esta medida es coherente con lo que el PSOE quiere para España, ha contestado que «la amnistía favorece un acuerdo global que permita que seamos capaces todos de que a través de la palabra, a través del diálogo, a través de medidas consensuadas seamos capaces de seguir avanzando en el mejor encaje de Cataluña en España». A renglón seguido ha asegurado que «no hay ningún elemento que abunde en otra dirección que en ser capaces de hacer un mejor encaje y de superar, que no es fácil, el trauma que se produjo en Cataluña por parte de todos, también en el resto de España, después de los acontecimientos que vivimos desde que se declararon inconstitucionales algunos artículos (del Estatut) que se habían votado por los catalanes hasta que se produjeron los hechos que nunca se tenían que haber producido del procés».
La titular de Hacienda en funciones ha indicado que las negociaciones «siguen avanzando y esto es lo importante», ha vuelto a defender la «discreción» y «que no se produzcan filtraciones ventajistas por parte de nadie» y ha dicho que ve más cerca la investidura que una repetición electoral. Respecto al acuerdo PSOE-Sumar presentado ayer, ha manifestado que «no era fácil» aunque «no ha peligrado» porque ambas formaciones tenían «muy claro» que iban a lograrlo.
Además, Montero ha avanzado este miércoles que los impuestos extraordinarios sobre la banca y las energéticas han recaudado en su primer año en vigor más de 2.900 millones de euros. Esta cifra -resultado de los dos pagos y muy cercana a la previsión inicial de 3.000 millones del Gobierno, pese a que se introdujeron cambios que disminuían la capacidad recaudatoria- demuestra que el Gobierno «ha acertado no solo con la figura sino con la recaudación». El Ministerio de Hacienda ha precisado que el segundo pago, efectuado en septiembre, ha recaudado 1.453 millones -827 millones del impuesto energético y 626 millones del bancario-, lo que eleva el total anual a 2.908 millones -1.644 millones el energético y 1.263 millones el bancario-.
El acuerdo de investidura suscrito por PSOE y Sumar prevé revisar estas figuras tributarias con la intención de mantenerlas más allá de los dos años inicialmente previstos, un proceso que, según Montero, llevará a que «si necesita algún ajuste, lo haremos», incluyendo «si necesita algo para un mayor rendimiento». La ministra ha destacado que banca y energéticas siguen «presentando cuentas de resultados muy abultadas» a pesar de estos nuevos tributos -«hemos acertado en el sector», ha subrayado- y se ha mostrado confiada en que Hacienda ganará los «recursos interesados» que se han presentado contra ellos. Reducción de jornada negociada con sindicatos y empresarios.
Con respecto al acuerdo para reducir la jornada laboral, la ministra en funciones ha señalado que en el propio acuerdo de investidura se especifica que todas las materias laborales «se van a abordar en el marco del diálogo social». «Siempre este Gobierno va a dar una opción al diálogo», ha señalado, al tiempo que se ha mostrado confiada en que «el acuerdo va a ser posible, con más o menos entusiasmo por alguna de las partes», en referencia a la reticencia mostrada por la patronal.
Ha recordado que la mayoría de convenios colectivos ya recogen jornadas por debajo de las 40 horas semanales y ha defendido una propuesta que pretende que el tiempo de trabajo «se vaya adaptando a un estilo de vida que permita hacer otras cosas». Con respecto a la retirada de los vuelos para trayectos con alternativa ferroviaria, Montero ha señalado que será «paulatina» e irá acompañada de incentivos para el uso de un ferrocarril y el desarrollo de una red ferroviaria «confortable y fiable».