En otros tiempos, un acuerdo frustrado para una candidatura de izquierdas al Senado en Menorca era sinónimo de victoria del PP. Ahora, el escenario es otro. En el PSOE se muestran convencidos de que la división del voto de la derecha, con el ascenso de Ciudadanos y Vox, así como los resultados de las últimas encuestas, le confieren serias opciones de obtener este asiento en la Cámara Alta pese a concurrir en solitario. Por ello, el panorama actual no les incomoda en absoluto. Eso sí, tienen claro que una lista de izquierdas junto a Més per Menorca, Podemos y Esquerra de Menorca era, prácticamente, una garantía de éxito.
De hecho, desde la dirección del PSOE en Ferraz existía la directriz de no participar en coaliciones de este tipo. No obstante, desde Menorca actuaron siempre con el ‘ok' del aparato del partido. «La ocasión lo justificaba, teníamos muy claro cuál era el objetivo, todos actuamos con intención y buena voluntad pero el calendario exigía decisiones muy rápidas y no ha podido ser. En diez días hemos hecho todo lo que hemos podido», comentaba ayer la vicesecretaria general del PSOE en Menorca, María José Camps.
Esta total predisposición al acuerdo del PSOE es ratificada por el resto de partidos.
Todas las partes coinciden en la falta de tiempo como principal handicap insuperable, en buena parte por los plazos internos de partidos como el propio PSOE que sin más demora debe ofrecer ya a la dirección regional del partido el nombre del candidato para que lo ratifiquen en Madrid. La fecha fijada en principio era ayer, pero la convocatoria de los órganos insulares que debían elegir al aspirante se aplazó por motivos de salud de un alto cargo.
Los partidos implicados también destacan la buena predisposición de los negociantes, sin puntos de fricción reseñables ni resquemores. Controversias en otros ámbitos entre los partidos quedaron aparcadas para la ocasión. «Sabíamos a lo que íbamos» coinciden algunos. Se llegó a esborzar un programa y a resolver cuestiones de forma como la incorporación al Grupo Mixto, pero ni siquiera se pusieron nombres de candidatos sobre la mesa (cada uno llevaba los suyos preparados), propuestas que debían ser de consenso aunque no necesariamente independientes. Uno de los negociadores cree relevante el contexto de un PSOE fortalecido, pero no como causa última del no acuerdo final.
También se siente con ánimos de lograr la victoria, pero sin el respaldo de las encuestas, la unión de Podemos y Esquerra de Menorca forjada en virtud del acuerdo a nivel estatal. Mae de la Concha, secretaria general y candidata tras un proceso previo de primarias en la formación morada, asegura que «mantenemos la esperanza de conseguirlo en solitario», al mismo tiempo que subraya «el ambiente agradable de las reuniones» que fueron insuficientes «para atar bien las cosas». A su lado tendrá a EM, cuyo coordinador insular, Pablo Jiménez, ayer reflexionaba que «la sintonía ha sido buena, pero hay puntos complejos que requieren más tiempo de negociación».
Més per Menorca, promotor de la candidatura única, presentará candidatura en solitario, «lo que nos permitirá explicar, por ejemplo, cuál es nuestra visión del estado», explica su coordinador general, Nel Martí. Lamenta no haber llegado a buen puerto porque considera que se trataba de «un momento especial que se tenía que aprovechar», con la derecha fraccionada. Según Martí, «ha ido bien, pese a todo, hemos intentado ser muy sinceros en todo momento y se ha avanzado en cosas, pero quedaban otras por resolver». A menos de cincuenta días.