La OIEA, la agencia nuclear de la ONU, confirmó ayer que Irán ha cumplido con todos los requisitos exigidos en la primera fase de aplicación del acuerdo interino firmado con seis grandes potencias el pasado noviembre en Ginebra.
En un breve informe técnico, los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dieron fe de que la República Islámica ha suspendido y congelado ciertas actividades nucleares, tal como había prometido.
Entre las medidas tomadas, destacan la reducción de sus reservas de uranio enriquecido al 20 por ciento, además de no procesar más uranio por encima del 5 % en las plantas de Natanz y Fordo y congelar la construcción del reactor de agua pesada en Arak, con capacidad para producir plutonio.
Irán ha suspendido también cualquier experimento nuclear en las instalaciones de Natanz y Arak, dos lugares donde se ha comprometido a permitir más inspecciones por parte del OIEA.
Tras confirmarse que Irán ha cumplido con lo acordado en Ginebra hace dos meses, la Unión Europea (UE) y EEUU procedieron ayer mismo a suspender algunas sanciones impuestas contra la República Islámica.
Los ministros europeos de Exteriores levantaron la prohibición de comerciar oro y metales preciosos y las restricciones a sus productos petroquímicos y a transacciones financieras con bancos iraníes, y mantuvieron el embargo de armas o la lista de personas y entidades a las que se les ha vetado viajar a la UE.
La Casa Blanca, por su parte, anunció un «modesto alivio» de las sanciones contra Irán y dijo que continuará aplicando de forma contundente las que se mantendrán los próximos seis meses y «una diplomacia fuerte y disciplinada para alcanzar una solución pacífica que evite que Irán obtenga un arma nuclear».
El histórico acuerdo de Ginebra, firmado entre Irán y el llamado grupo G5+1, formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido) y Alemania, entró en vigor hoy por un período de seis meses.
Durante este medio año, las partes tendrán que negociar un acuerdo más duradero que ponga fin a un conflicto nuclear que dura una década y que ha estado siempre a la sombra de un posible ataque militar de Estados Unidos o Israel contra Irán.