El Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de decisión de la OTAN, decidió este lunes enviar aviones de vigilancia AWACS para realizar vuelos de reconocimiento sobre Polonia y Rumanía, a fin de llevar a cabo un seguimiento de la crisis ucraniana.
«Estos vuelos reforzarán la situación de conocimiento de la Alianza. Todos los vuelos de reconocimiento AWACS se llevarán a cabo exclusivamente sobre territorio de la Alianza», dijeron a Efe fuentes aliadas.
La decisión que han tomado los embajadores de enviar AWACS a Polonia y Rumanía, dos países miembros de la OTAN limítrofes con Ucrania, «forma parte de los esfuerzos de la Alianza para el seguimiento de la crisis» ucraniana, destacaron.
Los aviones que participarán en esta misión de reconocimiento tienen su base en Geilenkirchen (Alemania) y en Waddington (Reino Unido).
«Esta decisión es una acción apropiada y responsable en línea con la decisión de la OTAN de intensificar nuestra evaluación en curso de las implicaciones de esta crisis para la seguridad de la Alianza», concluyeron las fuentes.
Los embajadores se reunieron el pasado día 4 para analizar la crisis ucraniana tras el despliegue de soldados rusos en la región autónoma de Crimea a petición de Polonia, que invocó el artículo IV del Tratado de Atlántico.
Ese artículo posibilita consultas en el seno de la Alianza cada vez que uno de sus integrantes piense que la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquier miembro de la OTAN puedan verses amenazadas.
En esa reunión, el Consejo del Atlántico Norte hizo hincapié en que Rusia «sigue violando la soberanía e integridad territorial de Ucrania» y advirtió de las «graves implicaciones» que esa circunstancia puede tener para la seguridad y la estabilidad euroatlánticas.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, señaló entonces que la Alianza se comprometía a «intensificar la rigurosa evaluación en curso sobre las implicaciones de esta crisis para la seguridad».
Subrayó que los aliados seguirían «apoyando todos los esfuerzos constructivos para una solución pacífica a la actual crisis, de acuerdo con la ley internacional».
La OTAN también decidió el pasado miércoles suspender la planificación de la primera misión militar conjunta con Rusia (para participar en la destrucción de armas químicas sirias), así como las reuniones militares o civiles con ese país, ante la escalada de la tensión en Crimea.
El pasado jueves, Rasmussen recibió en la sede de la OTAN en Bruselas al primer ministro interino de Ucrania, Arseni Yatseniuk, a quien trasladó el mensaje de la Alianza sobre su voluntad de incrementar la cooperación con ese país.
En una comparecencia junto a Yatseniuk tras ese encuentro, Rasmussen indicó a Rusia que en el siglo XXI «no debe haber ningún intento de redibujar las fronteras en Europa» y volvió a instar a Moscú a retirar sus tropas a las bases y a cesar la escalada militar en la península de Crimea.