Un día después de agotar el plazo de negociación sin llegar a un acuerdo con los fondos buitre que litigaron en tribunales estadounidenses contra Argentina para el cobro de la deuda, el Gobierno de Buenos Aires aseguró hoy que hablar de suspensión de pagos «es una patraña absurda».
El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, reiteró hoy que el país ha cumplido sus obligaciones financieras con los acreedores de la deuda reestructurada y la responsabilidad de que no hayan recibido el pago recae en el juez estadounidense Thomas Griesa.
Griesa es el magistrado estadounidense que falló a favor de los fondos de inversión litigantes, tenedores de deuda en mora desde la suspensión de pagos de 2001.
En una dura conferencia de prensa, el jefe de Ministros argentino acusó a la Justicia estadounidense de estar «cooptada por los fondos buitre» que reclaman el pago de 1.500 millones de dólares de deuda impagada desde 2001.
«Que no vengan con que (el poder judicial de Estados Unidos) es independiente. Es independiente de la racionalidad, no es independiente de los fondos buitre», dijo Capitanich.
«Decir que Argentina está en default (suspensión de pagos) técnico es una patraña absurda que pretende fulminar el proceso de reestructuración de deuda», subrayó el jefe de Gabinete argentino sobre los procesos de canje de deuda realizados en 2005 y 2010, a los que se adhirieron el 92,4 por ciento de los acreedores.
Tras vencer el plazo de gracia para pagar a estos tenedores de bonos, Capitanich remarcó que se abren múltiples instancias en el plano internacional, como presentarse ante el Tribunal de la Haya o abrir un debate mundial en el seno de Naciones Unidas.
Además, rechazó que vaya a caer la inversión extranjera directa y sostuvo que el Ejecutivo encabezado por Cristina Fernández va a continuar «con los estímulos para producir más bienes y servicios, para exportar más y para lograr el crecimiento y la expansión de la economía en un mundo complejo».
Pese al discurso oficial, algunos medios argentinos y referentes económicos hablan ya de suspensión de pagos y auguran una situación económica inestable en Argentina durante los próximos meses.