Un menú de la última cena servida a los pasajeros de la primera clase que viajaban en el Titanic antes de que el transatlántico de lujo se hundiera en 1912 se subastó el sábado en 118.750 dólares.
Durante la subasta también se vendieron por 100.000 dólares un par de matrículas de la limusina que llevó al presidente John F. Kennedy por Dallas cuando fue asesinado el 22 de noviembre de 1963.
El menú del Titanic era parte de una colección de escasos artículos que sobrevivieron a la zozobra del buque y que fueron subastados por Heritage Auctions en Dallas. El menú y las matrículas fueron vendidos a coleccionistas que solicitaron no ser identificados.
Empleados de la casa de subastas dijeron que el menú del Titanic es el único que se sabe que existe de la cena del 14 de abril de 1912, en el que se detalla que los pasajeros más acomodados comieron ostras, filete miñón, pato asado y otras delicias, además de pudín Waldorf y duraznos en gelatina chartreuse.
Las matrículas de la limusina de Kennedy habían sido arrojadas a la basura de una compañía de Cincinnati que modificó el vehículo después del asesinato. El dueño de la empresa, Willard Hess, las recuperó y las guardó entre dos libros en una biblioteca.
La hija de Hess, Jane Walker, heredó las matrículas y las mantuvo en un cajón de su cocina durante décadas.
«Sabía de su significado», dijo Walker, quien las puso a la venta. «De vez en cuando, las sacaba y se las mostraba a mis amigos», agregó.