El número de muertos por un tsunami provocado por un desprendimiento de tierra bajo el mar en el volcán indonesio Anak Krakatau aumentó a 281 este lunes, mientras los equipos de rescate que usan tanto maquinaria pesada como sus manos desnudas buscan entre los escombros con la esperanza de encontrar supervivientes.
La agencia meteorológica nacional de Indonesia confirmó el colapso de parte del Anak Krakatau, a medio camino entre Java y Sumatra, que causó un tsunami de 2-3 metros de altura que golpeó el borde del Estrecho de Sunda el sábado a última hora.
Al menos 1.000 personas resultaron heridas y casi 12.000 residentes costeros fueron evacuados por la fuerza a terrenos más altos, con una advertencia de marea alta extendida hasta el miércoles.
Anak Krakatau, que significa hijo de Krakatoa, ha estado vomitando cenizas y lava durante meses y recientemente se colapsaron sesenta y cuatro hectáreas (0.64 km2) del lado suroeste del volcán, según confirmaron distintas voces científicas.
«Esto causó un deslizamiento de tierra bajo el agua y eventualmente causó el tsunami», dijo Dwikorita Karnawati, directora de la agencia meteorológica.
La ayuda llegó a Pandeglang, la zona más afectada de la costa oeste de Java, y cientos de soldados y voluntarios recogieron montones de escombros en busca de cadáveres a lo largo de un tramo de playa de 100 km.
El vasto archipiélago, que se encuentra en el «Anillo de Fuego» del Pacífico, ha sufrido su peor cifra anual de muertos por desastres en más de una década. Los terremotos arrasaron partes de la isla turística de Lombok en julio y agosto, y un doble terremoto y tsunami mató a más de 2.000 personas en la isla de Sulawesi en septiembre.
El tsunami del sábado llegó casi sin aviso y destruyó más de 700 edificios, desde pequeñas tiendas y casas hasta villas y hoteles.
El portavoz de la agencia de mitigación de desastres, Sutopo Purwo Nugroho, dijo que Indonesia no tenía un sistema de alerta para volcanes y deslizamientos de tierra bajo el agua.
El presidente Joko Widodo visitó el área el lunes y dijo que se necesitaba un sistema de alerta. «He ordenado a la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica que compre un dispositivo de detección o un sistema que provea una alerta temprana para que los residentes puedan ser salvados», dijo a los periodistas.