La ayuda humanitaria para Venezuela que se acopia en la ciudad colombiana de Cúcuta comenzará a entrar al territorio del país caribeño en los «próximos días», afirmó este domingo el jefe del Parlamento y líder opositor, Juan Guaidó, reconocido por decenas de países en todo el mundo como presidente interino.
«La ayuda está en especie en los centros de acopio y esperamos que en los próximos días tengamos el primer avance de ingreso de la ayuda humanitaria», dijo Guaidó a periodistas tras acudir a una misa dominical en Caracas.
Además de en Cúcuta, se espera que la ayuda humanitaria comience a concentrarse en otros dos centros de acopio, uno en Brasil y otro en una isla del Caribe todavía no determinada.
Se preveía que las medicinas y alimentos que se acopian en Cúcuta entraran a Venezuela a través del puente de Tienditas, una moderna infraestructura sin estrenar que une los dos países.
Sin embargo, miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) cortaron el puente y bloquearon el ingreso de vehículos al colocar tres remolques de camión.
En este sentido, Guaidó aseguró entender que el presidente del país, Nicolás Maduro, «se niegue a reconocer la crisis que ellos generaron». Frente a ello, subrayó que los venezolanos deben trabajar «muy duro (...) para que cese la usurpación» que considera que Maduro está haciendo de la Presidencia «y en paralelo atender la emergencia».
Por eso, aseguró que bloquear el ingreso de ayuda humanitaria convierte al gobierno de
Maduro en «casi genocidas» porque «asesinan por acción y omisión».
Guaidó también rechazó «la posibilidad de un enfrentamiento entre venezolanos que quieren salvar vidas» y aquellos, «cada vez menos, que prohibirían la entrada de la humanidad».
De nuevo, envió un mensaje a los militares y mostró sus dudas sobre que «nadie hoy se quiera inmolar por acceder al llamado de una persona (Maduro) que perdió el norte y que no tiene respaldo internacional».
Por eso, afirmó que «el ejército venezolano es un ejército que libera naciones» y lamentó «por lo que hacen pasar a las fuerzas armadas en nuestro momento», especialmente porque su uniforme «fue de honor, de orgullo, de trascendencia para la región y para los venezolanos».
«Depende de ustedes no seguir haciendo el ridículo como lo ordena (el palacio presidencial de) Miraflores. Sino hacer valer el orgullo de un uniforme. Depende de ustedes que (el uniforme) recupere lustro, el honor y la simpatía de millones de venezolanos», sostuvo.
Ante eso, finalmente hizo hincapié en que está «muy claro» que «la civilidad (...) va a respaldar sin duda alguna el ingreso de la ayuda humanitaria».