El piloto de Ethiopian Airlines cuyo avión se estrelló matando a 157 personas había comunicado problemas de control de vuelo, dijo la empresa el miércoles, mientras se disponía a enviar las cajas negras a Europa.
Aún no se conocen las causas del accidente, que ocurrió después del despegue en Adís Abeba.
La similitud con otro siniestro que también afectó a un Boeing 737 MAX en Indonesia, hace cinco meses, con 189 víctimas mortales, ha causado un gran revuelo en el sector de aerolíneas.
Aunque no hay pruebas de vínculos entre los dos incidentes, las coincidencias han asustado a los pasajeros en todo el mundo, y han llevado a la suspensión de vuelos de la mayoría de los aviones 737 MAX de Boeing, al tiempo que han hundido la cotización del mayor fabricante de aeronaves del mundo.
Es posible que la investigación se centre en un sistema antibloqueo automatizado que baja el morro del avión.
Asrat Begashaw, un portavoz de Ethiopia Airlines, dijo que el piloto había comunicado problemas de control de vuelo —por contraposición a factores externos como las aves o la meteorología— y había solicitado regresar a Adís Abeba.
«De hecho, se le permitió regresar», dijo, y agregó que la decisión sobre a qué lugar de Europa se enviarán las cajas negras se tomará el jueves. Las autoridades de Francia y Reino Unido dijeron que aún no habían recibido ninguna comunicación.
Según los cálculos de Reuters, varios países, incluida la Unión Europea, han suspendido los vuelos del 737 MAX, lo que ha dejado en tierra de aproximadamente dos tercios de los 371 aviones de la marca en todo el mundo.
Boeing tiene pedidos por casi 5.000 más. Aunque muchos pasajeros pidieron garantías de las agencias de viajes de que no volarían en un 737 MAX, Estados Unidos se resistió a su suspensión y Boeing continuó afirmando su «plena confianza» en el modelo.