Al menos 64 personas han sido detenidas durante los disturbios de este sábado durante una nueva jornada de movilizaciones de los «chalecos amarillos» en el que es ya el 18º sábado consecutivo de protestas, según ha informado la Policía en un balance que incluye las detenciones desde primera hora de la mañana hasta las 13.30 horas.
Esta cifra de detenidos es considerablemente superior a la de jornadas anteriores de protesta y coincide con un incremento de la violencia con barricadas, saqueos de comercios de lujo y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en el centro de París, donde las autoridades han reconocido entre 7.000 y 8.000 manifestantes.
Además, se ha informado de al menos once heridos leves --incluidos dos policías-- debido a un incendio en una sucursal bancaria de la avenida Franklin D. Roosevelt parisina. º"Dos personas han sido salvadas de las llamas, una mujer y su bebé, que habían quedado atrapados en el segundo piso», ha explicado el departamento de bomberos.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, ha subrayado en torno a las 14.00 horas que el fuego está bajo control y ha atribuido el incidente a «asesinos» infiltrados entre los manifestantes del movimiento de los «chalecos amarillos». «Los individuos que cometieron este acto no son ni manifestantes ni matones: son asesinos», ha señalado Castaner.
También la alcaldesa de París, la gaditana Anne Hidalgo, ha condenado «los abusos insoportables cometidos». «Condeno en los términos más enérgicos los abusos insoportables cometidos», ha indicado Hidalgo en su cuenta en Twitter.
«¡Macron, jefe de la estafa!»
Tanto la prensa como las autoridades han denunciado la presencia de «matones» y «radicales anticapitalistas» entre los «chalecos amarillos». «¡Emmanuel Macron, jefe de la estafa!» o «¡Vamos a registrar tu casa!» han sido algunas de las consignas coreadas.
Entre los incidentes registrados cabe destacar el saqueo a manos de individuos vestidos de negro y encapuchados del histórico restaurante de lujo Le Fouquet y de las tiendas de Hugo Boss y Nespresso en la zona de los Campos Elíseos. Además ha sido incendiado un kiosko de prensa.
El ministro del Interior, Castaner, ha denunciado igualmente la presencia de «matones profesionales» y ha emplazado a la Policía a responder «con la mayor firmeza». Castaner ha asegurado que «los matones han venido a atacar París». «Los ultraviolentos, unos 1.500, están ahí, responden al llamado a la violencia de algunos líderes de los chalecos amarillos (...). He dado instrucción de no dejar pasar nada», ha apuntado.
Para Castaner, el movimiento de «chalecos amarillos ya no existe en la vida cotidiana», sino que se trata ya de un movimiento que se retroalimenta con apenas 200 personas movilizadas.
Las movilizaciones de los «chalecos amarillos» comenzaron en noviembre para protestar contra la subida de los impuestos al diésel y en diciembre alcanzaron su punto álgido con las protestas contra la represión de las manifestaciones hasta el punto que Macron anunció un paquete de medias económicas para mejorar las condiciones de vida de la clase media y trabajadora.