La canciller alemana, Angela Merkel, ha entrado en cuarentena domiciliaria, informó este domingo el Gobierno alemán, inmediatamente después de la comparecencia de la líder ante los medios para explicar las últimas medidas adoptadas contra el coronavirus.
El comunicado no da más detalles sobre su situación, pero según la televisión pública ZDF, que cita fuentes gubernamentales, un médico que le inyectó la vacuna contra la gripe común habría dado positivo.
La canciller y los líderes de los estados federados acordaron restringir durante al menos dos semanas los contactos y prohibir las reuniones de más de dos personas para tratar de contener la extensión del coronavirus.
Se permitirá salir a la calle con otra persona, ampliable a más si se trata de un núcleo familiar u otras formas de convivencia. Cerrarán restaurantes y otro tipo de locales comerciales, excepto tiendas de alimentación, farmacias y otros establecimientos básicos.
«Hay que reducir absolutamente a mínimos todos los contactos», indicó Merkel ante los medios. Fiestas u otro tipo de celebraciones son «absolutamente inaceptables», pero debe seguir siendo posible el «camino al trabajo o al médico», así como practicar de forma individual deportes al aire libre.
Merkel insistió en que son medidas acordadas por todos los Länder, cuya implementación compete a éstos, y también en la necesidad de la población de medidas «compartidas» a escala nacional.
Sin embargo, no hubo acuerdo para la extensión del confinamiento estricto de la población a escala nacional, un sistema que ya se implementa en Baviera y otros Länder con alto número de contagios, pero al que se oponen algunos estados federados.