Al menos 166 personas han muerto como consecuencia de un deslizamiento de tierras masivos registrado el jueves en una mina de jade de la región de Hpakant, en el norte de Birmania, según el último balance del servicio de bomberos.
Cientos de mineros estaban buscando piedras de jade cuando una parte de la colina en la que se sitúa la mina se desmoronó después de las intensas lluvias de las horas previas, según ha informado el diario 'Global New Light of Myanmar'.
El derrumbe provocó que se generara una gran cantidad de lodo que terminó dejando el valle convertido en un lago. El accidente del jueves es el siniestro más grave registrado en los últimos años en una mina de esta región.
Los equipos de rescate han tenido que trabajar bajo una intensa lluvia para sacar cadáveres del lodo cerca de la localidad de Wai Khar, según ha explicado el parlamentario local Khin Maung Myint. «Había cadáveres flotando por la superficie» del lago, ha relatado a DPA.
El parlamentario ha señalado que los equipos de rescate han seguido realizando labores de búsqueda en la zona este viernes por la tarde. «No creo que quede nadie vivo», ha añadido. Las autoridades cree que el balance aumentará en las próximas horas aunque se desconoce el número exacto de personas que estaban en la mina en el momento del deslave.
Tayza Kyaw, un alto mando del Ejército, ha llegado este viernes por la mañana para entregar dinero en efectivo y arroz a las familias de las víctimas del deslizamiento de tierra, según ha explicado el parlamentario birmano.
Muchos trabajadores migrantes en la región de Hpakant ganan dinero recogiendo grandes rocas descartadas por los mineros para intentar encontrar en ellas piedras de jade. Los deslizamientos de tierra son un fenómeno bastante común en Hpakant. En 2015, un deslave acabó con la vida de 115 personas en esa misma región.