El Reino Unido ha afirmado que está listo para acometer cambios significativos, que incluyen detener vehículos y poner multas en la frontera con la Unión Europea a partir de las 23.00 horas, cuando abandone el mercado único y la unión aduanera con los Veintisiete.
A partir de esa hora, las empresas deberán presentar declaraciones de aduanas cuando trasladen productos a la UE y los conductores de camiones podrían recibir una multa de 300 libras esterlinas (336 euros) si ingresan al condado de Kent, donde se encuentra el puerto de Dover, sin los documentos indicados.
Los sistemas fronterizos y la infraestructura correspondiente están ya implantados y los funcionarios ya han sido preparados para detener vehículos no conformes e imponer multas, según ha indicado un portavoz del Gobierno británico.
El Gobierno utilizará cámaras de reconocimiento automático de matrículas para detectar aquellos camiones sin las autorizaciones adecuadas.
La posible interrupción en la frontera entre el Reino Unido y la UE es una de las mayores preocupaciones del Gobierno sobre el Brexit, y los secretarios temen largas filas en los puertos debido a que los operadores no están preparados para la burocracia adicional que causa la división.
En septiembre, un análisis interno de la Oficina del Gabinete advirtió de que en el peor de los casos se podrían registrar filas de unos 7.000 camiones y en ese escenario que interrumpiría el suministro de alimentos y perjudicaría los procesos de fabricación.
No obstante, se espera que el volumen de tráfico sea bajo este viernes a consecuencia de la festividad de Año Nuevo, lo que significa que es poco probable una interrupción inicialmente, según señaló un funcionario del Reino Unido a Bloomberg, que habló bajo condición de anonimato.