Las autoridades sanitarias alemanas consideran que posiblemente será necesario un recuerdo de la vacuna del coronavirus el año que viene, en línea con lo que ya habían apuntado algunos de los fabricantes.
El presidente de la Comisión Permanente de Vacunación (Stiko) alemana, Thomas Mertens, advirtió en una entrevista publicada este domingo por los medios del grupo «Funke» que «las vacunas actuales contra el coronavirus no serán las últimas».
«En principio debemos prepararnos para que probablemente el año que viene todos tengamos que refrescar nuestra protección inmunológica», indicó.
No obstante, Alemania aún no ha tomado ninguna decisión al respecto, a la espera de lo que vayan indicando los estudios inmunitarios que se están realizando a la población vacunada. Los responsables de Sanidad en el gobierno central y los «Länder» suelen asumir las recomendaciones de la Stiko.
En declaraciones también a este grupo mediático, el experto sanitario del Partido Socialdemócrata (SPD), Karl Lauterbach, señaló en este mismo sentido que parece que la inmunidad de las actuales vacunas dura alrededor de seis meses.
Mertens advirtió asimismo que el recuerdo de ciertos casos puede convertirse en una necesidad urgente si surgen variantes para las que algunas vacunas no sean eficaces. Entonces sería preciso adaptar éstas fórmulas a las mutaciones y vacunar de nuevo a los inmunizados con ellas.
Citó a este respecto las de AstraZeneca y Johnson & Johnson, que se han demostrado menos efectivas con la variante detectada en primer lugar en Suráfrica.
Las farmacéuticas Pfizer y BioNTech, desarrolladoras de una de las vacunas contra la COVID, avanzaron ya recientemente que podría ser precisa al menos una tercera dosis de su fórmula al año de la primera para reforzar la inmunidad.
Cae la incidencia
Alemania comunicó este domingo que en las 24 horas previas registró 8.500 nuevos casos y 71 muertes con o por coronavirus, ahondando la tendencia a la baja en el país más poblado de la UE. El domingo pasado eran 12.656 y 127, respectivamente.
La incidencia acumulada en siete días aceleró su descenso y cayó hasta los 83,1 casos por cada 100.000 habitantes, cuando este sábado eran 87,3 y hace una semana 118,6. El Gobierno alemán ha indicado en los últimos días que la tercera ola de la pandemia parece controlada.
El país acumula 3.593.434 infectados -de los que 3.286.400 cuentan como recuperados- y 86.096 muertes.
La cifra de enfermos por COVID en unidades de cuidados intensivos continuaron cayendo y este sábado se situó en las 4.089 personas, según el registro que confeccionan los profesionales del sector.
En Alemania ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna el 36,5 % de la población (30,4 millones de personas), mientras que a un 10,9 % (9 millones) se le ha administrado ya la pauta completa.