Un alto comandante de la filial afgana de Estado Islámico (Estado Islámico de la Provincia de Jorasán) ha confirmado que la organización terrorista reanudará por completo sus operaciones en Afganistán cuando se retiren las fuerzas internacionales y ha ratificado que los talibán son su enemigo dado que el movimiento representa una interpretación moderada, en comparación con el grupo yihadista, de los preceptos más radicales de la ley islámica.
"Cuando los extranjeros y los pueblos del mundo abandonen Afganistán, podremos reiniciar nuestras operaciones", declaró el comandante, bajo condición de anonimato, en una entrevista a la cadena CNN concedida poco antes del atentado cometido por la organización el jueves en el aeropuerto de Kabul, que costó las vidas a 170 personas. La entrevista fue emitida el viernes.
Los talibán condenaron el ataque del jueves, aunque recordaron que en la zona donde se produjo la seguridad correspondía a las tropas de Estados Unidos. Varios de sus portavoces aprovecharon para subrayar en Twitter el compromiso del grupo con la seguridad de la población.
Sobre la ruptura de las relaciones con los talibán, el comandante reconoció que, en un momento dado, operaba en las filas de los talibán, pero "esta gente no está alineada con nosotros en lo que a creencias se refiere".
"Son incapaces de poner un ejemplo en el que hayan impuesto un castigo fijado por la ley islámica. Nunca han cortado la mano a un ladrón, apedreado a una adúltera o a un asesino. Son incapaces de ello porque están controlados por otra gente", explicó el comandante, sin dar detalles.
"Pero nosotros no estamos aquí para poner en marcha los planes de otros. Solo queremos hacer cumplir la ley islámica. Quien esté de acuerdo con esto, será nuestro hermano. De lo contrario, le declararemos la guerra, ya sea talib o cualquier otra persona", concluyó.