Los viajeros que lleguen a Suiza sin haberse vacunado contra la COVID-19 no sólo tendrán que presentar como hasta ahora un test negativo al llegar al país, sino que tendrán que hacerse otra prueba de ese tipo entre cuatro y siete días después de la llegada, anunció hoy el Gobierno helvético.
De este medida, que entra en vigor el próximo lunes 20 de septiembre, se eximirá sin embargo a personas no vacunadas que muestren pruebas de haber superado la COVID-19, y que por ello han generado de forma natural anticuerpos contra la enfermedad.
Suiza pide un test negativo para entrar en el país desde el mes de febrero, aunque en los últimos meses ha eximido de esta obligación a personas con pauta completa de vacunación, y actualmente acepta también la prueba de antígenos, más rápida de obtener que la de PCR.
Desde esta semana en Suiza es necesario presentar certificados de vacunación contra la COVID-19 (también sirven test negativos recientes o pruebas de haber superado la enfermedad) para entrar en bares, restaurantes y otros lugares públicos.
Esta medida, decidida entre otras cosas para intentar frenar el auge de la variante delta, ha encontrado cierta oposición entre la ciudadanía, como se vio este jueves en la capital Berna, donde unas 4.000 personas se manifestaron contra ella.
La protesta se tornó violenta cuando algunos de los manifestantes intentaron entrar por la fuerza en el Parlamento Federal de Berna, lo que fue respondido por la policía con el uso de cañones de agua, pelotas de goma y gases lacrimógenos.