El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dado este miércoles una semana de vacaciones retribuidas a los rusos. En concreto, desde el 30 de octubre al 7 de noviembre para frenar el avance de la pandemia de coronavirus, que se ha cobrado la vida en las últimas 24 horas de más de un millar de personas, mientras los contagios superan diariamente los 30.000.
«Ahora es especialmente importante frenar el pico de la nueva ola de la pandemia», ha manifestado Putin durante una reunión telemática con el Gobierno sobre la situación sanitaria en el país.