La Fiscalía de Santa Maria Capua Vetere (Campania, sur de Italia) ha pedido el procesamiento de 108 agentes y funcionarios penitenciarios por el maltrato de detenidos en la prisión de esa localidad tras una revuelta durante el primer confinamiento por la pandemia, informan este domingo medios locales.
Se tata de un caso de gran repercusión social en Italia, después de la difusión de un vídeo en el que se veía a los detenidos arrodillados y a los agentes golpearles con las porras en las piernas y en la espalda, además de patearlos en el suelo, y que salió a la luz después de que se impusieran medidas cautelares a 52 policías penitenciarios por la represión de la revuelta, que comenzó el 6 de abril de 2020.
Los 108 agentes son acusados de tortura, lesiones, abuso de autoridad, falsedad de acto público y cooperación en el homicidio culposo de un detenido argelino, mientras que 12 de ellos son acusados además de la muerte del reo por la Fiscalía, que también ha solicitado que se archiven las denuncias de otras 12 personas.
La publicación del video, en junio pasado, provocó que la ministra de Justicia, Marta Cartabia, ordenase una inspección en todas las cárceles donde se habían registrado episodios similares, tras calificar los abusos como "una traición a la Constitución" y "una ofensa y un ultraje a la dignidad de los detenidos y también al uniforme que toda la policía penitenciaria debe llevar con honor".
La investigación se inició a raíz de que algunos presos manifestaran el "castigo" que ejercieron los policías penitenciarios contra ellos por la revuelta de abril, que se produjo después de la noticia de un caso positivo por coronavirus dentro de la prisión, a la que enseguida llegaron contingentes especiales desde la ciudad vecina de Nápoles.
Según los medios locales, las palizas se prolongaron durante días y muchos de los internos aún presentaban heridas visibles 10 días después de los enfrentamientos.