El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, amenazó este martes a su homólogo ruso, Vladímir Putin, con «fuertes medidas económicas y de otro tipo» si ataca Ucrania, y le pidió rebajar las tensiones y «regresar a la diplomacia», según la Casa Blanca. En una cumbre con Putin mediante videoconferencia, Biden «expresó las profundas preocupaciones de Estados Unidos y sus aliados europeos sobre la escalada militar de Rusia en los alrededores de Ucrania», indicó la Casa Blanca en un breve comunicado tras la cita. Biden «dejó claro que Estados Unidos y sus aliados responderán con fuertes medidas económicas y de otro tipo en caso de una escalada militar» por parte de Rusia, aseguró su oficina.
El mandatario estadounidense «reiteró su apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania y pidió una desescalada y un regreso a la diplomacia», agrega la nota. Después de una conversación, que duró unas dos horas, los dos presidentes «encargaron a sus equipos que den seguimiento» a lo hablado, y Estados Unidos planea hacerlo «de forma coordinada con sus aliados y socios», sobre todo en Europa, según la Casa Blanca. Durante la cumbre, Biden y Putin hablaron también sobre el diálogo bilateral entre sus países acerca de la estabilidad estratégica, y sobre otra iniciativa entre Washington y Moscú relativa a los ciberataques con «ransomware», un programa que secuestra los datos del usuario a cambio de un pago para liberarlos.
Además, conversaron sobre «temas regionales como Irán», en un momento en el que las conversaciones para salvar el acuerdo nuclear iraní, del que Estados Unidos se retiró en 2018, se encuentran en un punto delicado. La Casa Blanca ya trabaja en un paquete de fuertes sanciones económicas con los socios europeos y la propia Ucrania para disuadir a Putin de un eventual ataque a ese país contiguo a Rusia, en cuyas fronteras se concentran entre 70.000 y 94.000 soldados rusos, de acuerdo a la Inteligencia estadounidense y la de Kiev. EE.UU. cree que Rusia podría atacar o invadir Ucrania con unos 175.000 soldados, y Kiev calcula que el momento más probable de una nueva agresión rusa sería a finales de enero de 2022.