El vicepresidente de la Comisión Europea para Relaciones Institucionales, Maros Sefcovic, aseguró este martes que la UE hará «lo posible» para suministrar a Ucrania todo lo que necesite y que estará a su lado para «reconstruir» el país tras su victoria sobre la invasión rusa. «Haremos lo posible para suministrarles todo lo que necesitan y estaremos con ustedes para reconstruir su bonito país tras su victoria», declaró Sfcovic en un debate de urgencia en la Eurocámara sobre la guerra en Ucrania, en el que participó su presidente, Volodímir Zelenski, por videoconferencia para pedir a la Unión Europea que no deje caer a ese país. «Nos ha pedido demostrar que estamos con ustedes. Lo estamos», dijo Sefcovic en respuesta a Zelenski.
El vicepresidente comunitario aseguró que el presidente ruso, Vladímir Putin, «ha fracasado en su meta de aplastar Ucrania» y de «dividir y asustar a Europa». «Trabajaremos juntos para construir una Ucrania fuerte y democrática, nos aseguraremos de que las sanciones se aplican vigorosamente no solo en Rusia, sino también en Bielorrusia», avanzó, y aseguró: «Abriremos nuestros brazos a Ucrania en nuestra casa común de paz, democracia y prosperidad, llamada Europa».
Por su parte, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, cerró el debate con una intervención en la que afirmó que Rusia «se sitúa después de la agresión a Ucrania en un punto de inflexión a su etapa postsoviética», y que «este conflicto solo puede concluir con un regreso a las normas y los principios internacionales básicos». Instó a aprovechar la situación, desde la UE, para «elaborar tratados más firmes y mecanismos que permitan verificar su puesta en aplicación». «No somos una unión militar y no hemos declarado la guerra a nadie. Somos una unión de Estados miembros que han renunciado a la guerra para resolver los conflictos. Pero estamos al lado de alguien que ha sido agredido», avisó. Las sanciones económicas que ha impuesto la UE a Rusia «tendrán un efecto muy grande en la economía rusa» y «Putin no puede decir que no lo sabía», recalcó el jefe de la diplomacia comunitaria.
Consideró que, en comparación con que el rublo ya se haya desplomado un 40 % y que se haya cortado el control sobre casi la mitad de las reservas de cambio de Rusia, el siguiente paso para sacar del sistema de comunicación SWIFT a «unos cuantos bancos» rusos es una cuestión «de menor importancia». Borrell dijo que Rusia llevaba tiempo preparándose y quitando sus reservas del dólar y el euro para colocarlas en yuanes y en oro. «Cuando Rusia tomó Crimea (en 2014), el 87 % de sus reservas estaban en dólares y en euros, y ahora están en torno al 40 %. Pero sigue siendo mucho. Nuestras sanciones van dirigidas también a impedir la movilización de este recurso», apuntó sobre la venta y compra de oro. En todo caso, advirtió de que las medidas tendrán «consecuencias para el sistema financiero global» y pidió no «infravalorar» eso.
Igualmente se refirió a la necesidad de que la UE diversifique su suministro de energía, y dejó claro que «todo el dinero que pagamos por el gas y el petróleo ruso, no sirve para incrementar el bienestar del pueblo ruso, sino que sirve simplemente para incrementar su capacidad militar». El político español también pidió que la UE sea «más responsable estratégicamente» y consideró que eso «no tiene nada que ver con debilitar la alianza transatlántica, que por cierto, ha demostrado ser más fuerte que nunca». «Tenemos que ser un poder duro, no militar, sino tener el poder de coerción», defendió, e instó a «prepararnos de ahora en adelante para resistir a largo plazo».