Las imágenes que está dejando la invasión de Rusia a Ucrania son devastadoras. Este jueves ha trascendido un demoledor vídeo en el que se puede ver cómo un padre llora desconsoladamente sobre el cuerpo de su hijo. El adolescente falleció en la ciudad de Mariúpol tras un bombardeo ruso y los sanitarios no pudieron hacer nada para salvar su vida. El hombre fue fotografiado sosteniendo a su hijo, de 15 años, cuyo cuerpo yacía en una camilla del hospital. Desde el inicio de los ataques, el pasado 24 de febrero, Ucrania ha confirmado que más 2.000 civiles ucranianos han muerto.
«Durante los siete días de la guerra Rusia ha destruido cientos de infraestructuras de transporte, viviendas, hospitales y guarderías. En este tiempo han muerto más de 2.000 ucranianos, sin contar a nuestros defensores», señaló este miércoles el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania (DSNS por sus siglas en ucraniano) en su página de Facebook. La madrugada de este viernes las tropas rusas han bombardeado la central nuclear de Zaporiyia, que se encuentra a orillas del río Dniéperla y es la mayor de Europa, y han tomado el control de las instalaciones.
El ataque ha provocado un incendio, que ha afectado a cerca de 2.000 metros, pero que ha sido sofocado pasadas las seis de la mañana. Por el momento, «no se han registrado cambios en los niveles de radiación», según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). Las autoridades locales han afirmado en un primer momento que las tropas rusas habrían impedido el paso de los bomberos, aunque posteriormente han confirmado que la central nuclear «está asegurada», según han destacado las agencias de noticias Unian y Ukrinform.