El presidente de China, Xi Jinping, ha reconocido este viernes ante su homólogo estadounidense, Joe Biden, que el conflicto en Ucrania no beneficia a ninguna de las partes y ha lanzado un llamamiento a la paz y la seguridad en todo el mundo, según fuentes oficiales del Gobierno chino. «La situación en Ucrania», trasladó el presidente Xi, «demuestra una vez más que los países no pueden involucrarse en enfrentamientos armados que no benefician a los intereses de nadie, y que la comunidad internacional debería abrazar la paz y la seguridad», informa la agencia oficial de noticias china Xinhua.
El presidente chino ha reconocido que el panorama internacional ha experimentado «desarrollos importantes» desde el encuentro virtual que ambos mantuvieron en noviembre del año pasado y que «la tendencia predominante de paz y desarrollo» se enfrenta a graves desafíos. «La crisis de Ucrania es algo que no queremos ver», ha reiterado el presidente chino. Asimismo, Xi ha declarado a Biden que ambos países, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad y las dos economías más grandes del mundo «no solo deberían desarrollar sus relaciones bilaterales por el buen camino, sino compartir la responsabilidad internacional a la hora de mantener la paz en el mundo». Fuentes del Gobierno chino habían avisado antes de la conversación que no permitirá que Estados Unidos ejerciera ningún tipo de «coerción» a la hora de cambiar la postura oficial de Pekín sobre la invasión, distinguida por su ambigüedad. Hay que recordar que autoridades chinas han llamado a una solución negociada del conflicto sin pronunciarse nunca abiertamente en contra de la incursión de Moscú, su estrecho aliado económico frente al bloque occidental.
En un nuevo ejemplo de la doble postura de Pekín, estas fuentes explican que, desde el principio de la crisis «China ha realizado una evaluación independiente y esfuerzos constructivos» sobre la situación, antes de recalcar --en un nuevo guiño a Ucrania-- que «respeta la soberanía e integridad territorial de todos los países, si bien, »también presta atención a sus preocupaciones de seguridad« como las exhibidas por Rusia sobre la expansión de la OTAN en el este de Europa. En este sentido, el presidente chino ha lamentado que »hay gente en Estados Unidos que parece no haber aplicado el consenso que hemos alcanzado entre nosotros ni el compromiso positivo« adoptado por el presidente de Estados Unidos. Aunque ambos líderes coincidieron no obstante en que el encuentro fue, en líneas generales, »constructivo«, el presidente chino animó una vez más a Estados Unidos y a la OTAN a mantener »conversaciones con Rusia para solucionar los problemas derivados de la crisis ucraniana«, y ha terminado »expresando su oposición a las sanciones indiscriminadas" contra Moscú.