Una oleada de amenazas de bomba enviadas por correo electrónico ha obligado este lunes a evacuar a docenas de colegios y centros comerciales en Belgrado, en una nueva oleada de este tipo de alertas que el Gobierno serbio denuncia como una «presión» vinculada a su negativa a sancionar a Rusia por su ataque a Ucrania. El Ministerio serbio del Interior calificó de "guerra híbrida" esta serie de amenazas, que afectó primero a 97 colegios y luego a cuatro puentes de Belgrado, varios centros comerciales, instalaciones de suministro de agua y al aeropuerto de la ciudad sureña de Nis.
La primeras amenazas de este tipo se produjeron en marzo contra el aeropuerto de Belgrado y vuelos entre la capital serbia y Moscú, pero luego han ido extendiéndose a instalaciones educativas o estaciones de tren. La compañía aérea Air Serbia es la única de Europa que mantiene conexiones con Rusia y el Gobierno serbio no se ha sumado a las sanciones occidentales contra Rusia, aunque ha condenado la agresión contra Ucrania.
«El objetivo sustancial de estos ataques es que Serbia deje de ejecutar una política autóctona y tome sus decisiones bajo la presión y en miedo», denunció el ministro serbio del Interior, Aleksandar Vulin, que dijo que también pretenden sembrar el pánico y dañar la economía. El ministro dijo que estas amenazas suponen un tipo de guerra y afirmó que son «ciberataques masivos, organizados y muy caros».