El nuevo Gobierno de Emmanuel Macron, se estrena este lunes, cuatro semanas después de la reelección del presidente francés, lastrado de entrada por las acusaciones de violación contra uno de sus ministros, Damien Abad. Macron reúne en el Elíseo este lunes por la mañana al primer Consejo de Ministros que debía servir para ilustrar su movilización por las prioridades que se ha marcado para las próximas semanas, con la vista puesta en las legislativas de junio, pero el centro de atención mediática es el nuevo titular de Solidaridades.
Abad, que tiene 42 años, era hasta la pasada semana presidente del grupo de Los Republicanos (LR, el partido de la derecha tradicional) en la Asamblea Nacional y su nombramiento ha sido un ejemplo más de la estrategia del presidente francés de aspirar figuras políticas de los antiguos partidos de Gobierno a uno y otro lado del arco ideológico. El problema en este caso es que el sábado el sitio de información Médiapart reveló que hay dos mujeres que le acusan de haberlas violado en 2010 y en 2011. Es verdad que las denuncias que presentó una de ellas fueron archivadas por la Fiscalía de París en 2012 y en 2017.
Pero también que una asociación feminista, el Observatorio de las Violencias Sexistas y Sexuales, asegura que previno de las alegaciones de esas dos mujeres antes de que fuera nombrado ministro tanto a LR como al partido de Macron, y también ha recurrido a la Justicia con otro mensaje a la Fiscalía de París. La nueva primera ministra, Elisabeth Borne, aseguró que no estaba al corriente de las acusaciones que pesaban sobre Abad cuando fue elegido para llevar las riendas de la cartera de Solidaridades, que se enteró con la publicación de Médiapart.
«Voy a ser muy clara -señaló Borne cuando se le preguntó el mismo sábado por este primer escándalo que acecha a su Gobierno-, sobre todos estos temas de acoso, de agresiones sexuales, no puede haber ninguna impunidad». En cuanto al propio interesado, en un comunicado rechazó las alegaciones de las dos mujeres que le acusan de violación y su principal argumento es que esas agresiones son «simplemente imposibles a causa de mi minusvalía».
Abad se refería así a una enfermedad rara que tiene, que le bloquea las articulaciones y limita su movilidad. Más allá del «problema Abad», el Gobierno pretende que este primer Consejo de Ministros lance una serie de iniciativas para mostrar que se ocupa de las preocupaciones de los franceses. Esta misma tarde el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, reúne a los principales actores económicos en un encuentro en el que dará algunas pistas de las medidas que tiene en cartera para hacer frente a la escalada de precios.