La gran cuestión de si Emmanuel Macron mantendrá su actual mayoría absoluta en la Asamblea Nacional protagoniza la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas de este domingo, marcadas por la inquietud por el poder adquisitivo y para las que se anticipa una abstención récord. El presidente francés se juega poder implementar su programa de reformas, incluyendo la muy discutida del sistema de pensiones, o tener que pactar con otros partidos. La eclosión de la nueva coalición de izquierda Nupes (Nueva Unión Popular Ecológica y Social) del polémico Jean-Luc Mélenchon, y los niveles históricos de abstención han debilitado a la alianza de Macron, llamada ahora Ensemble (Juntos), y que barrió en las legislativas de hace cinco años.
Todos los sondeos de intención de voto, cuatro a nivel nacional, coinciden en que Ensemble tiene difícil renovar su mayoría absoluta, que está en 289 escaños de los 577 que componen la Asamblea Nacional. Los sondeos le atribuyen entre 255 y 305 escaños (ahora tiene 350), frente a 140-210 para Nupes, por lo que Macron está más lejos que cerca de poder controlar su agenda legislativoa. La campaña ha estado centrada en la gran preocupación de la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos por el fuerte repunte de la inflación de los últimos meses, que comenzó ya a finales de 2021 con el aumento de precios de la energía y se aceleró con las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania.
Hacia una abstención de récord
La primera vuelta del domingo pasado registró una abstención récord del 52,49 %, y las proyecciones de los últimos sondeos divulgados el viernes apuntan a que este domingo habrá aún menos participación. Es un fenómeno normal ya que muchos electores cuyos candidatos fueron eliminados en la primera vuelta no votan en la segunda, pero la ola de calor y sobre todo el creciente descontento con el funcionamiento del sistema político amenazan con llevarlo a nuevas cotas. Quince miembros del Gobierno son candidatos, entre ellos la primera ministra, Élisabeth Borne, que se presenta a una elección por primera vez en su vida, en el departamento de Calvados (noroeste). Según una regla no escrita, los ministros que no consigan su escaño deben dimitir. La titular de Transición Ecológica, Amélie de Montchalin, está en serio peligro de perder su duelo ante un candidato de Nupes. Otro miembro del Gobierno en problemas es Damien Abad, ministro de Solidaridad y Personas Discapacitadas, del que está semana se desveló una tercera acusación por supuesto intento de violación, un testimonio anónimo de un episodio que habría ocurrido en 2010 y por el que no hay denuncia policial.
¿Una camarera de hotel en la asamblea?
En cambio, tiene muchas posibilidades de ser elegida Rachel Keke, una camarera de hotel nacida en Costa de Marfil que encabezó una famosa huelga en un establecimiento hotelero de la región de París para defender salario y condiciones justas para su colectivo. Otro candidato llamativo es el panadero de la ciudad de Besançon Stéphane Ravacley, que el año pasado protagonizó una sonada huelga de hambre para pedir (y lograr) la legalización de su ayudante, un inmigrante sin papeles. Ambos se presentan por Nupes y se enfrentarán a candidatos macronistas. Keke, cuya rival es nada menos que la exministra de Deportes Roxana Maracineanu, tiene más posibilidades que Ravacley. En total, habrá 270 duelos cara a cara entre candidatos de Ensemble y de Nupes, de cuyo resultado depender en gran parte la composición final de la Asamblea Nacional.
Además, la alianza presidencial y el ultraderechistas de la Agrupación Nacional (RN) se disputan otras 108 circunscripciones, y en otras 68 se enfrentarán candidatos de Nupes y de RN. Finalmente, el conservador Los Republicanos tendrá candidatos en 25 duelos contra la RN, 24 contra Nupes y 18 más contra Ensemble, de cuyo resultado dependerá el futuro del partido fundado por Nicolas Sarkozy. Finalmente, en siete circunscripciones habrá duelos entre tres candidatos. Otro punto de interés es si los nacionalistas de Córcega, que ya tienen tres de los cuatro diputados de la isla, consiguen hacerse con el cuarto. La votación empezó ya este sábado en varios de los territorios de ultramar franceses, en primer lugar a partir de las 10.00 GMT en el archipiélago de Saint Pierre et Miquelon, frente a Canadá, y luego lo hará sucesivamente en Guayana y las Antillas (Caribe), Wallis y Futuna, Polinesia y Nueva Caledonia (en el Océano Pacífico) y La Reunión y Mayotte (Índico). En la Francia metropolitana, los colegios electorales abren mañana a partir de las 8.00 locales (6.00 GMT) y se puede votar hasta las 18.00 horas en las zonas rurales y en las pequeñas ciudades, y hasta las 20.00 en las grandes urbes.