La junta militar de Birmania (Myanmar) y la agencia estatal rusa para la energía nuclear, Rosatom, firmaron un memorando de entendimiento para cooperar en el desarrollo de energía nuclear «con fines pacíficos», publica este miércoles la prensa oficialista birmana. El general golpista Min Aung Hlaing, autoproclamado primer ministro tras la sublevación del Ejército el 1 de febrero de 2021, inició el domingo una visita a Rusia, en su segundo viaje conocido al extranjero desde la toma de poder.
El militar birmano, en un viaje que no había sido anunciado por los medios oficiales, rubricó el acuerdo junto al director general de Rosatom, Alexey Likhachev, recoge el diario The Global New Light of Myanmar, controlado desde la asonada por los militares. Según el periódico oficialista, ambos conversaron sobre los beneficios «en el ámbito de la cooperación tecnológica en energía atómica» para diversos sectores como alimentación e industria «a través del uso pacífico de la energía nuclear».
El golpe de Estado terminó con la década de incipiente democracia en Birmania (2011-2021), encabezada por la premio nobel de la paz birmana Aung San Suu Kyi, encarcelada en una prisión en la capital. Las numerosas condenas y críticas por los abusos perpetrados por los uniformados han vuelto a dejar al país como un nación paria frente a la comunidad internacional. La anterior junta militar, que gobernó el país con puño de hierro desde 1962 a 2011, también manifestó sin éxito sus ambiciones en desarrollar la energía nuclear al acercarse por entonces a Corea del Norte, otro estado paria.
El líder golpista también se reunió durante el viaje con el director de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin, y con el consejero delegado de Rosoboronexport, Alexander Mikheev, la principal agencia estatal rusa para la exportación de armas. Naipyidó y Moscú mantienen unos fuertes lazos diplomáticos y económicos que se han reforzado en los últimos meses al quedar prácticamente aislados de la comunidad internacional tras el fuerte rechazo al golpe de Estado en Birmania y la condena a la invasión rusa a Ucrania.