Francia no ha acogido con entusiasmo las aspiraciones de sus vecinos de construir un gasoducto atravesando los Pirineos para unir España con Europa desde el punto de vista energético, y ha valorado que el proyecto, conocido como MidCat, «tardaría mucho en estar operativo» y «por tanto, no respondería a la crisis actual». Recordemos que las autoridades europeas han exigido a los países miembro ahorros de energía de alrededor del 15 %, que en el caso de España y Portugal se reducen al 7 por ciento, por su condición de isla energética.
La reacción de Francia, que sería la encargada de transportar este gas al centro del continente, se produce después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aseverara que llevaban «mucho tiempo» pidiendo reactivar un proyecto con el que se pretende transportar gas argelino a través de España al resto de Europa.
Sin embargo, las relaciones de Argelia y España no pasan por su mejor momento, después de la crisis desatada en junio por el apoyo de Madrid al plan de Marruecos sobre Sáhara Occidental, por lo que el suministro al país europeo se ha reducido significativamente y en cambio el país magrebí ha firmado suculentos acuerdos con otro consumidor europeo, Italia.
Las palabras de Sánchez fueron a su vez una reacción a otras del canciller alemán, Olaf Scholz, quien aseguró que el MidCat «contribuiría en gran medida» a facilitar el suministro de energía, en cuestión tras la guerra de Ucrania, y en un momento en que las autoridades teutonas piden con profusión tanto a ciudadanos como empresas que ahorren energía al máximo, ante la expectativa de que el próximo sea un invierno duro.
No en vano Scholz es uno de los más interesados en que se reactive este proyecto debido a que Alemania es uno de los países europeos más dependientes de las importaciones de gas ruso, para el que se busca alternativas como medida de presión por la guerra iniciada por Moscú en Ucrania. La semana pasada, desde el ejecutivo español afirmaban que los trabajos para tener listo el tramo de gasoducto a través de su territorio tardarían menos de un año en concluirse. No obstante, la postura francesa parece desarticular el optimismo con respecto a este punto. Algunos analistas inciden en el hecho de que Francia consume y exporta abundante energía barata de origen nuclear, de modo que no vería con buenos ojos el alumbramiento de una vía de suministro de gas alternativa a la del Este.