El consorcio estatal ruso Gazprom suspendió hasta el sábado el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream por «labores de mantenimiento rutinarias», justo cuando los países aceleran el llenado de sus reservas de cara al invierno e implantan planes de ahorro energético. «El suministro a través de Nord Stream se ha detenido por completo, hoy comienzan los trabajos preventivos programados en la unidad compresora de gas» de Portovaya, en la región de Leningrado, donde nace el gasoducto, la única que estaba aún en funcionamiento, señaló Gazprom en un breve comunicado.
El resto de las turbinas debe ser reparado o no puede reanudarse debido a «la falta de autorización legal» para su devolución, como el motor que Canadá devolvió a Alemania y que no ha regresado a Rusia porque Moscú exige certificar que la unidad no se encuentra bajo sanciones, indicó el Kremlin. El portavoz de la Presidencia, Dmitri Peskov, volvió a asegurar que Rusia permanece comprometida con sus obligaciones bajo los contratos de gas, pero no puede cumplirlos debido a las sanciones occidentales impuestas al país por su intervención militar en Ucrania.
«Nosotros y Gazprom han estado y siguen comprometidos con sus obligaciones, los contratos. Ahora simplemente no pueden cumplirlos debido a las restricciones y sanciones impuestas por la Unión Europea (UE), el Reino Unido y otros países», señaló. «Los europeos han llevado esta situación a un punto crítico», agregó en declaraciones a las agencias locales. La suspensión del suministro, el segundo tras la parada técnica de diez días en julio y tras tres reducciones «por motivos técnicos» del volumen enviado a Europa por el gasoducto -que ya solo operaba al 20 % de su capacidad con 33 millones de metros cúbicos diarios- estaba previsto, pues Gazprom la anunció el pasado día 19 alegando la revisión de la turbina Trent 60 de la empresa alemana Siemens.
Ésta, indicó Gazprom, debe ser sometida a mantenimiento cada mil horas para inspeccionar la carcasa en busca de grietas, abolladuras, deformaciones, quemaduras, revisar el sistema de suministro de aceite, aire y eliminar gases de combustión por fugas, además de comprobar las conexiones y evaluar las válvulas de seguridad. La suspensión se produce además después de que Gazprom informara anoche de que cortará este jueves el suministro de gas a la francesa Engie por el «impago íntegro de las entregas de julio», y después de que la italiana Eni informara este miércoles de que hoy recibirá solo 20 millones de metros cúbicos de Rusia frente a los aproximadamente 27 millones de los últimos días.
La gasística estatal ha prometido restablecer el sábado a las 04.00 hora de Moscú (01.00 GMT) el nivel previo de 33 millones de metros cúbicos diarios. Tras la suspensión de madrugada del hidrocarburo que envía Rusia a Alemania a través del fondo del mar Báltico, el gas natural TTF para entrega el mes próximo subió a 281 euros/MWh en el mercado holandés, para luego ir bajando a 277 euros/MWh, un 4,5 % más. La semana pasada la materia prima marcó tres máximos históricos y cerró en dos ocasiones por encima de 300 euros/MWh, pero registró una caída después de que la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, adelantara que el Ejecutivo comunitario quiere hacer una «intervención de emergencia» para reformar el mercado eléctrico europeo que justificó en la necesidad de reducir la dependencia de la Unión Europea (UE) del gas ruso.
La UE asegura que está ahora mejor preparada que hace algunos meses cuando tuvo que hacer frente a los recortes de Gazprom, no solo a través del gasoducto Nord Stream. Rusia ha cortado en los últimos meses el combustible total o parcialmente a doce Estados miembros de la Unión, además de reducir el suministro a través de Ucrania hasta 42 millones de metros cúbicos diarios. «Alemania está mejor preparada ante las nuevas 'labores de mantenimiento' del Nord Stream», tuiteó Klaus Müller, presidente de la Bundesnetzagentur de Alemania o Agencia Federal de Redes. Indicó que los depósitos de gas están casi al 85 % llenos en Alemania y el país ahorra gas y las terminales de Gas Natural Licuado (GNL) «llegarán».
«Gracias a Bélgica, Holanda, Noruega (y pronto Francia) fluye gas», escribió. Los almacenes de gas de la Unión Europea superaron este miércoles un nivel de llenado del 80 %, el umbral de referencia que se había marcado el bloque para garantizarse cierto nivel de suministro en otoño y en invierno, en especial si Rusia detiene totalmente sus entregas, según los datos de Gas Infrastructure Europe (GIE).
Pese a todos los recortes y esfuerzos de Europa por independizarse de Rusia, debido al elevado precio gasístico y el reforzamiento de los mercados indio y chino, el presidente ruso, Vladímir Putin, y Gazprom presumen de unas cuentas estatales y empresariales más que positivas por las ventas, aún cuando se hacen con descuentos. El vicepresidente del Comité de Gestión de Gazprom, Famil Sadígov, anunció la víspera «ingresos y ganancias netas récord» en el primer semestre, con un beneficio neto de 2,5 billones de rublos (41.500 millones de dólares), lo que permitirá repartir dividendos por 1,2 billones de rublos o 20.000 millones de dólares.