La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), de la que forma parte Rusia, aboga por el arreglo político y diplomático de los conflictos en una declaración final aprobada al término de su cumbre en la histórica ciudad uzbeka de Samarcanda. «Los países miembros parten de que no hay alternativa al arreglo político-diplomático de los conflictos en diferentes regiones del mundo sobre la base del estricto cumplimiento de las normas y principios del derecho internacional universalmente aceptados», señala el documento aprobado por sus ocho miembros, entre los que figuran Rusia, China, la India y Pakistán.
Desde el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania en febrero pasado, Moscú ha instado a Kiev a aceptar sus condiciones en la mesa de negociaciones, que van desde renunciar al ingreso en la OTAN a la completa desmilitarización. La OCS también se pronunció contra la injerencia en los asuntos internos de un país «con la excusa de la lucha contra el terrorismo y el extremismo».
Los países miembro denunciaron además que las sanciones económicas unilaterales al margen del Consejo de Seguridad de la ONU van en contra del derecho internacional y tienen un impacto negativo en las relaciones económicas en el mundo. La organización, que aceptó hoy en su seno a Irán, defiende «un mundo multipolar más representativo, democrático y justo» con el argumento de que tiene lugar una «degradación» de los asuntos mundiales, lo que provoca nuevas crisis y conflictos.
También apoyaron un reforzamiento de la cooperación en los ámbitos de la defensa y la seguridad entre sus miembros, y criticaron el despliegue unilateral de escudos antimisiles, aunque matizaron que la OCS no va dirigida contra nadie. La OCS abogó por el cumplimiento del acuerdo sobre el programa nuclear iraní abandonado por EEUU en 2018, cuando las negociaciones para su restablecimiento entre Teherán y la Unión Europea parecen estancadas.