El Gobierno de Nueva Zelanda ha anunciado este martes sanciones contra «familiares» del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el líder checheno, Ramzán Kadírov, por la invasión de Ucrania, desatada el 24 de febrero por orden del mandatario ruso. La ministra de Exteriores neozelandesa, Nanaia Mahuta, ha detallado que «los sancionados hoy incluyen ministros, miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de Rusia, familiares de Putin y Kadírov», antes de agregar que todos ellos «son parte de una red de influencia en torno a Putin y han usado sus posiciones para amenazar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania».
«Ucrania ha dejado claro que las acciones más importantes que podemos llevar a cabo para ayudarles son las sanciones y apoyarles en el conflicto, como seguimos haciendo», ha explicado Mahuta, que ha subrayado que Nueva Zelanda se une con estas sanciones «a los esfuerzos globales para presionar a Putin y a los que apoyan su guerra ilegal en Ucrania».
En este sentido, ha especificado que el ministerio «actuó primero contra individuos poderosos y ricos de Rusia con sanciones contra las élites políticas en marzo y mayo de este año», al tiempo que ha detallado que la nueva batería de medidas afecta a 19 personas. «La invasión ilegal y no provocada de Ucrania por parte de Rusia ha causado ya miles de muertos, una masiva crisis humanitaria y un sufrimiento inenarrable. Cualquier paso por parte de Rusia que amenace con un mayor recrudecimiento de la guerra en Ucrania es imprudente e irresponsable», ha explicado.
Asimismo, ha criticado los referendos que se están celebrando en cuatro regiones ucranianas ocupadas por las fuerzas rusas y ha hecho hincapié en que supone «un acto adicional de agresión» y «una violación de las normas fundamentales del Derecho Internacional». Las autoridades de Nueva Zelanda han impuesto sanciones contra más de mil personas y entidades rusas desde el inicio de la guerra, medidas que Mahuta ha enmarcado «en los esfuerzos para hacer que Rusia rinda cuentas y apoyar a Ucrania».