El pleno del Parlamento Europeo reclamó este miércoles un presupuesto de la Unión Europea (UE) para 2023 superior al que piden los Estados miembros y centrar las cuentas anuales en medidas para amortiguar el impacto de la guerra en Ucrania y afrontar la crisis energética. Los eurodiputados fijaron su posición de cara a las negociaciones presupuestarias que deben comenzar ahora con los Estados miembros y pidieron un presupuesto comunitario 1.700 millones de euros superior al que defienden las capitales. En concreto, la Eurocámara reclama que los compromisos de pago en 2023 (la cantidad máxima de fondos que la UE puede acordar en el próximo ejercicio) asciendan a 187.300 millones de euros, frente a los 185.600 millones que piden los gobiernos. Con respecto a los pagos (el dinero que se puede desembolsar realmente), los eurodiputados elevan a 167.600 millones una cifra que las capitales quieren dejar en 165.740 millones.
Sin embargo, el borrador presupuestario planteado por la Comisión Europea (CE) establece unos compromisos de 185.591 millones de euros (2,1 % más que ejercicio actual) y unos pagos de 166.268 millones (un 2,6 % menos). El proyecto presupuestario de la CE se quedaba en un camino intermedio entre las dos instituciones con poderes legislativos y recogía unos compromisos de 185.591 millones de euros (2,1 % más que ejercicio actual) y unos pagos de 166.268 millones (un 2,6 % menos). Así, las líneas rojas del Parlamento Europeo incluyen un total de 853 millones adicionales para afrontar las consecuencias de la guerra, como el apoyo a jóvenes refugiados a través de Erasmus +, la financiación del Fondo Europeo de Solidaridad y proyectos de investigación a través del programa Horizonte Europa. Los eurodiputados también proponen destinar 250 millones de euros más para ayuda humanitaria, 100 millones de euros más para el Fondo de Asilo, Migración e Integración, 25 millones de euros más para el Instrumento de Gestión de las Fronteras y Visados, 162 millones adicionales para el Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (IVDCI — Europa Global), y 80 millones de euros más para el Fondo Europeo de Defensa y la Movilidad Militar.
Con respecto a la crisis energética, los eurodiputados piden dedicar 533 millones adicionales a acelerar la independencia energética del bloque y desplegar ayudas a hogares y empresas para hacer frente a las elevadas facturas eléctricas. La resolución que fija la posición negociadora del Parlamento Europeo fue aprobada con 421 votos a favor, 137 votos en contra y 82 abstenciones y abre un periodo de conversaciones con los Estados miembros de tres semanas. Si las negociaciones derivan en un acuerdo, tanto la Eurocámara como los Estados miembros (reunidos en el Consejo de la UE) tendrán que aprobar cada uno por su lado el texto final.