Dos hermanos palestinos de 21 y 22 años murieron por fuego israelí en Kfar Ein, un pueblo cerca de Ramala, en Cisjordania ocupada, que vive su año más violento desde 2006 con más de 150 palestinos muertos en incidentes violentos con Israel. Los jóvenes fallecidos fueron identificados como Dhafer Rimawi, de 21 años, y Jawad Rimawi, de 22, por el Ministerio de Sanidad palestino. «Durante una actividad de rutina del Ejército cerca de Kafr Ein, varios sospechosos instigaron un violento motín. Lanzaron piedras y cócteles molotov a los soldados, quienes respondieron con medios antidisturbios y fuego real», confirmó un portavoz militar.
El Ejército dijo que el incidente en el que murieron los dos hermanos palestinos va a ser investigado. Estas muertes se suman a otra ocurrida de madrugada en la ciudad de Beit Ummar, cerca de Hebrón, al sur de Cisjordania, donde otro palestino murió tras recibir una bala en la cabeza por parte de tropas israelíes en los enfrentamientos armados que se desataron en la zona, dejando una veintena de heridos.
Dos vehículos militares quedaron atascados en la zona por un problema técnico y un grupo de palestinos les «lanzaron piedras y artefactos explosivos caseros; y también dispararon contra los soldados, que respondieron con medios de dispersión de disturbios y con fuego real», informó el Ejército israelí. Cisjordania vive su año más violento desde 2006, con intensas redadas israelíes y enfrentamientos armados con palestinos, especialmente desde finales de marzo cuando Israel lanzó la operación «Romper la ola» como respuesta a una ola de ataques de árabes y palestinos en suelo israelí.
Desde entonces la violencia ha ido en aumento dejando en lo que va de año 153 palestinos muertos -muchos milicianos, pero entre ellos también civiles y menores-, según el último recuento del Ministerio de Sanidad publicado hoy, y 29 víctimas de lado israelí, 21 de ellas civiles. Como resultado de la operación «Romper la ola», unos 3.000 palestinos «sospechosos de terrorismo» han sido detenidos, más de 500 ataques han sido frustrados y se han incautado de unas 250 armas, según datos del Ejército.