La estabilidad financiera en la zona euro registra un «deterioro importante» como consecuencia del empeoramiento de las perspectivas de la economía que coincide con el endurecimiento de las condiciones de financiación, según ha advertido el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos. «Hay un deterioro importante de la estabilidad financiera en la eurozona por el deterioro de las perspectivas económicas y por el endurecimiento de las condiciones de financiación», ha señalado el exminisro español de Economía en su intervención en el XIII Encuentro Financiero, organizado por 'Expansión' y KPMG.
En este sentido, ha reiterado la posibilidad de que la eurozona entre en una «suave» recesión técnica entre el último trimestre de 2022 y el primero de 2023, coincidiendo con una inflación por encima del 10%, que seguirá alrededor de los niveles actuales los próximos meses para moderarse en torno al segundo trimestre de 2023, aunque seguirá siendo alta. Por lo tanto, el vicepresidente del BCE ha defendido que la mejor contribución del banco central es reducir la inflación, ya que la desaceleración económica prevista para la zona euro no bastará por sí sola para devolver la tasa al objetivo a medio plazo del 2%.
A este respecto, Guindos ha subrayado que «la señal a seguir es la inflación subyacente», que será la que indique la persistencia de las presiones inflacionistas, ya que las distintas intervenciones de los gobiernos nacionales pueden distorsionar la lectura del dato de inflación general. De este modo, ha insistido en que el Consejo de Gobierno tomará sus decisiones en función de los datos disponibles y reunión a reunión, destacando la importancia de que la política fiscal no entre en conflicto con la política monetaria, tal y como sucedió este otoño en Reino Unido, forzando a intervenir al Banco de Inglaterra.
En cuanto a los bancos, el vicepresidente del BCE ha subrayado que se encuentran en mejor posición de capital y liquidez que en la anterior crisis, con la única cuestión de la rentabilidad, aunque la subida de los tipos reciente ha permitido mejorarla. No obstante, Guindos ha advertido de que la subida de tipos acabará afectando a la solvencia de familias y empresas y esto tendrá un impacto sobre la solvencia, mientras que también acabarán aumentando los costes del pasivo, incluidos los depósitos. Asimismo, ha señalado que la inversión de la curva de los tipos de interés, más altos a corto plazo que a largo, puede tener un impacto sobre la evolución de los márgenes netos, por lo que ha pedido «prudencia y cautela» y no dejarse llevar por el corto plazo.
Por otro lado, ha vuelto a advertir de que el sector no bancario puede estar concentrando la principal vulnerabilidad del sector financiero europeo, particularmente en el caso de fondos de inversión de alto riesgo, que concentran la mayor parte del apalancamiento. Por esta razón, ha recordado que este segmento no cuenta con una supervisión tan estricta como la de los bancos y ha señalado la importancia de dotarlo de una cartera de acciones macroprudenciales.