Al menos 28 personas, la mayoría civiles, murieron en dos ataques de individuos armados ocurridos el lunes y el domingo pasados en Burkina Faso, país que sufre el azote del terrorismo yihadista, según informaron las autoridades. Trece personas murieron el lunes, incluidos diez gendarmes, dos voluntarios para la defensa de la patria (civiles que apoyan al Ejército en la lucha antiyihadista) y un civil en un «ataque terrorista» en la localidad de Falangoutou, situada en la provincia de Séno (fronteriza con Níger) en la norteña región de Sahel, indicó el Ejército en un comunicado publicado hoy por medios locales.
«Al menos cinco gendarmes resultaron heridos y una docena más siguen siendo buscados», señalaron las Fuerzas Armadas, al agregar que «quince cuerpos de terroristas» fueron encontrados durante las operaciones de búsqueda. En otro comunicado, el coronel Jean Charles dit Yenapono Some, gobernador de la región sureña de Cascades, limítrofe con Costa de Marfil, afirmó que este lunes «quince cuerpos sin vida» se hallaron en el pueblo de Linguekoro, en la provincia de Comoé. Según el gobernador, «a partir de las circunstancias de esta tragedia, parece que en la noche del 29 de enero de 2023, dos minibuses comúnmente llamados 'dina' que venían de Banfora fueron interceptados en el pueblo de Linguekoro por hombres armados».
«Los pasajeros, integrados por ocho mujeres y dieciséis hombres, fueron desembarcados de dichos minibuses. Las ocho mujeres más un hombre fueron liberados», explicó. Este lunes, «los cuerpos de las víctimas que presentaban impactos de bala fueron encontrados no lejos del pueblo de Linguekoro, donde fueron secuestrados», agregó Some, al expresar su «compasión y solidaridad con las familias en duelo».
El gobernador instó a la población a colaborar más con las Fuerzas de Defensa y Seguridad hasta lograr «la victoria de nuestro pueblo contra todos sus enemigos». Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, sobre todo en el norte del país.
Además, el país encajó dos golpes de Estado el pasado año: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el pasado 30 de septiembre por el capitán Ibrahim Traoré, actual jefe de Estado del país. La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas, que mantienen desplazadas a cerca de 1,9 millones de personas, según los últimos datos del Gobierno.