Una madre y sus siete hijos -cinco niñas y dos niños-, de entre 2 y 14 años, murieron esta madrugada en el incendio de su vivienda situada en la localidad de Charly-sur-Marne, a 80 kilómetros al este de París, indicaron los bomberos. El padre, el único superviviente, pudo ser salvado de las llamas, aunque sufre importantes quemaduras, y fue trasladado de urgencia a un hospital, agregaron. Según indicó la Prefectura (delegación del Gobierno) en un comunicado su vida no corre peligro.
Se trata del mayor drama en Francia por un incendio en los últimos diez años. El incendio se desató poco después de la medianoche en una vivienda unifamiliar de Charly-sur-Marne, localidad de unos 2.600 habitantes.
La Prefectura indicó que la principal hipótesis señala que el fuego surgió de forma accidental en una lavadora-secadora instalada en la planta baja de la casa, mientras la familia dormía en la planta superior. El padre les pidió que se quedaran allí mientras trataba de combatir las llamas, una decisión que fue dramática, ya que una intensa nube de humo negro subió por la escalera, mientras que las persianas eléctricas quedaron bloqueadas por una avería general.
Los cadáveres de las ocho víctimas aparecieron asfixiados, no calcinados, según la fiscalía. El hombre fue rescatado gracias a la ayuda de un vecino bombero, que intervino antes de la llegada de sus colegas, unos 80 efectivos que tuvieron dificultades para acceder al lugar, ya que la casa se encontraba encastrada entre otras dos viviendas. Hasta primera hora de la mañana no lograron controlar las llamas.