El actor Orlando Bloom, embajador de Buena Voluntad de UNICEF, ha viajado la semana pasada a Ucrania, donde se ha reunido con niños y familias afectados por la guerra. «Por encima de todo, los niños y niñas necesitan el fin de la guerra y una paz sostenida para recuperar su infancia, volver a la normalidad y empezar a sanar y recuperarse», ha afirmado. Durante su visita de tres días a Kiev, Irpin y Demydiv, Bloom ha sido testigo del impacto de la guerra en Ucrania en las vidas de los niños y niñas, más de un año después de la escalada del conflicto en febrero de 2022.
UNICEF estima que 1,5 millones de niños están en riesgo de sufrir depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental, lo cual tendrá implicaciones a largo plazo para su salud física y mental. «Cuando vine por primera vez a Ucrania, en 2016, vi las catastróficas consecuencias que tiene la guerra sobre los niños y familias, y cómo necesidades básicas como estar en la escuela o recibir apoyo psicosocial son esenciales para el bienestar infantil», ha explicado Bloom, que estuvo en el este de Ucrania en 2016 y en Moldavia el año pasado para conocer las historias de refugiados que habían huido de Ucrania.
«Ahora, con niños afectados en todo el país, ese apoyo es más vital que nunca», señaló. UNICEF denuncia que, durante los últimos 13 meses, miles de escuelas han sido dañadas o destruidas por las bombas y la metralla, lo que ha provocado que unos 2,7 niños ucranianos reciban una educación online o semipresencial. En los países de acogida de refugiados, dos de cada tres niños de Ucrania no están todavía matriculados en los sistemas educativos.
En este sentido, una reciente investigación de UNICEF revela que los niños de edad preescolar están particularmente afectados, al perder la oportunidad de desarrollar aptitudes básicas que necesitarán para tener éxito en la escuela. Estos y otros temas relacionados con la infancia y una recuperación del país se trataron también durante la reunión que Bloom ha mantenido con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
«Algunos de los niños que he conocido -como Hanna, de 10 años, de la región de Donetsk-, llevan más de un año con acceso limitado a educación cara a cara», ha relatado Bloom. «Aunque UNICEF está contribuyendo a garantizar que los niños pueden recibir educación online, se siguen perdiendo la experiencia fundamental de interactuar con sus compañeros de clase y profesores. Estas interacciones son clave para su desarrollo emocional y cognitivo, especialmente en los niños más pequeños, y no pueden reemplazarse por la pantalla de un ordenador», lamentó.
Durante su viaje, Bloom también ha visitado la ciudad de Irpin, afectada en los primeros días de la guerra, donde visitó una escuela cuyo sótano se convirtió en refugio antibombas para proporcionar un espacio seguro en el que los niños podían seguir aprendiendo cuando sonaban las sirenas antiaéreas gracias al apoyo de UNICEF.
El actor también ha visitado los puntos Spilno de UNICEF en Irpin y Kiev, unos espacios donde los niños y niñas (también los que están desplazados) pueden jugar y aprender. Estos puntos son también centros de paso donde los niños reciben apoyo psicosocial, chequeos médicos y derivaciones a servicios especializados. En 2022, más de 500.000 niños y cuidadores acudieron a 180 puntos Spilno en toda Ucrania.
«En medio del caos y la incertidumbre de la guerra, apoyar la educación de los niños es una herramienta fundamental para proteger su salud mental y bienestar a largo plazo. Esto es especialmente importante durante los primeros años, cuando los niños desarrollan las habilidades de aprendizaje y emocionales necesarias para alcanzar todo su potencial», ha destacado el actor. En el último año, UNICEF ha proporcionado en Ucrania servicios y ayuda en materia de educación, salud -incluido apoyo psicosocial y a la salud mental-, nutrición, agua y saneamiento, y protección a los niños y familias afectados por la guerra.
En los países de acogida a refugiados procedentes de Ucrania, UNICEF ha estado trabajando con las autoridades nacionales y locales, así como con organizaciones de la sociedad civil, para proporcionar ayuda de emergencia y servicios de apoyo a las familias que huían de la guerra en Ucrania. La ONG calcula que necesita 1.050 millones de dólares (975 millones de euros) para satisfacer las crecientes necesidades de 9,4 millones de personas, incluidos 4 millones de niños, que siguen afectados por la guerra en Ucrania.