La Confederación General del Trabajo (CGT) ha contabilizado este martes a cerca de 450.000 manifestantes en el marco de la décima huelga general contra la aprobada reforma de las pensiones, cifra que ha sido rebajada por las autoridades hasta las 93.000 personas. Estas cifras representan, por tanto, una participación decreciente, ya que en la última jornada de huelga general, celebrada el jueves pasado, los sindicatos registraron al menos a 800.000 manifestantes frente a los 119.000 contabilizados por las autoridades francesas en la ciudad.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha precisado este martes ante la Asamblea Nacional que tiene "total confianza" en la Policía francesa, que tiene desplegados hasta 5.500 agentes en las calles de la capital. Por el momento, la Policía francesa ha detenido al menos a 55 personas en París y ha realizado hasta 10.000 controles al margen de la manifestación, que ha transcurrido con normalidad, aunque ha habido algunos incidentes. Las protestas también se han producido en otras ciudades en Francia, como en Lyon, donde la Policía ha tenido que dispersar a los manifestantes -- hasta 12.500, según cifras de la prefectura-- con gases lacrimógenos y cañones de agua. Según el último recuento de las autoridades francesas, 740.000 manifestantes --cifra elevada por los sindicatos a dos millones-- se han manifestado este martes en toda Francia en puntos como Rennes, Nantes, Niza o Saint Nazaire, donde las cifras de participación también han descendido, según ha informado TF1 Info.
En un intento para mediar con el objetivo de que no se produzca una undécima convocatoria de huelga general, la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha invitado a principios de la semana que viene a la intersindical a una reunión. "Pensamos colectivamente que debemos ir allí para hacer que se escuchen nuestras propuestas", ha explicado el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, ha recogido el diario 'Le Parisien'. Pese a ello, la intersindical ha convocado para el jueves 6 de abril otra jornada más de huelga general ante "la falta de respuesta del Ejecutivo", algo que, a juicio de los principales sindicatos franceses, "conduce a una situación de tensiones".