Carlos III ha sido coronado este sábado, 6 de mayo, en la abadía de Westminster como rey de Inglaterra y sucesor de Isabel II en la primera ceremonia formal de coronación en 70 años en el país. El monarca ha asumido el reinado en la silla de coronación tras la unción privada del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en la culminación de una ceremonia que ha contado con la presencia de más de 2.000 invitados, entre los que se encuentran decenas de dignatarios internacionales, del pleno del Gobierno y la oposición británicos, además de artistas y personalidades de la cultura británica e internacional.
Carlos III de Inglaterra, de 74 años de edad, ocupa así por primera y última vez en su vida la corona de San Eduardo, hecha en el siglo XVII para Carlos II y sucede así a su madre, la monarca más longeva en más de 1.000 años. «Rey de reyes y Señor de señores, bendice, te suplicamos, esta corona, y santifica así a tu siervo Carlos, sobre cuya cabeza la colocas hoy como signo de majestad real, para que sea coronado con tu clemente favor y lleno de gracia abundante y de todas las virtudes principescas; por aquel que vive y reina supremo sobre todas las cosas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén», ha pronunciado el arzobispo. Tras la coronación se han escuchado las salvas de cañón por todo Reino Unido y territorios de ultramar, incluidos todos los buques de la Real Marina Británica. Poco después ha sido también coronada Camila, primero ungida por el arzobispo de Canterbury que le ha entregado el anillo, el bastón y el cetro con lo que se le concede oficialmente el status de reina.
Es la primera vez en la era moderna en la que la consorte del rey ha elegido una corona ya existente para su coronación, en la que formalmente pasa de ser reina consorte a ser reina. Se trata de la corona de la reina María, que data de 1911. A la corona se le han añadido los diamantes Cullinan III, IV y V, parte del patrimonio personal de la reina Isabel II. Una vez formalizada la coronación, la reina y el rey se han quitado las coronas y han tomado la comunión, ya que la ceremonia tiene un marcado carácter religioso debido a que Carlos III es jefe de la Iglesia anglicana además de jefe del Estado.