El Papa ha pasado «bien» la segunda noche en el Hospital Gemelli de Roma y se está recuperando favorablemente tras superar este miércoles una operación de tres horas por una hernia abdominal que amenazaba con obstruirle el intestino. «La pasado noche también la ha pasado bien», ha señalado la oficina de comunicación del Vaticano en un breve comunicado. Según el pasado parte médico de este jueves, el Pontífice se está alimentando con una dieta hídrica y sus parámetros hemodinámicos y respiratorios son estables.
Durante la tarde ha recibido la Eucaristía, y «entre todos los mensajes de cercanía que ha recibido se ha emocionado por el afecto de la familia del pequeño Miguel Ángel», un niño de origen peruano en la unidad de oncología pediátrica y neurocirugía infantil del hospital a quien bautizó durante su último ingreso, a finales de marzo.
Sus padres le han mandado un póster con imágenes familiares para desearle que se recupere pronto. El Papa les ha llamado brevemente por teléfono para agradecérselo. Francisco fue trasladado al hospital Gemelli de Roma después tras presidir la audiencia general de los miércoles para someterse a una intervención acordada con su médico personal después de manifestar síntomas dolorosos y cada vez más frecuentes en los últimos meses por una hernia incisional abdominal que seguramente era consecuencia de otras operaciones producidas en el pasado.
Por eso, y tras un TAC realizado el martes, se le practicó una laparotomía que «liberó» estas cicatrices internas y evitó que pueda sufrir una obstrucción en el futuro. «Deberá hacer un posoperatorio, pero una vez reciba el alta no dejará secuelas», sostuvo ante la prensa su cirujano, Sergio Alfieri, quien remarcó que el Pontífice no padece otras enfermedades.
Según reveló su cirujano, el Papa, de 86 años, podrá recuperar su actividad con normalidad y solamente le han recomendado evitar hacer grandes esfuerzos. La agenda del Papa para este verano contempla dos viajes internacionales. El primero a Lisboa a principios de agosto para participar en la Jornada Mundial de la Juventud. Además, está previsto que viaje a principios de septiembre a Mongolia, en la que será la primera visita apostólica de un pontífice al país asiático.