La Policía brasileña realizó este jueves búsquedas en domicilios vinculados a Jair Renan Valle Bolsonaro, hijo menor del expresidente Jair Bolsonaro, en el marco de una investigación por una trama de blanqueo de capitales, informaron fuentes oficiales, citadas por medios locales.
Los registros se enmarcan dentro de una operación policial que busca «reprimir la práctica» de supuestos «crímenes contra la fe pública y asociación ilícita, además de delitos cometidos en perjuicio del erario», señaló la Policía Civil de Brasilia en una nota.
Entre los objetivos de la acción figuran dos apartamentos asociados al hijo menor de Bolsonaro: uno en la capital brasileña y otro en la ciudad de Balneário Camboriú, en el estado de Santa Catarina, en el sur del país, según el grupo Globo.
Desde marzo pasado, Jair Renan trabaja como «auxiliar» en el gabinete de un senador aliado de su padre, Jorge Seif, quien fue secretario de Pesca durante el Gobierno del líder ultraderechista (2019-2022) y el año pasado fue elegido para ocupar un escaño en la Cámara Alta por Santa Catarina. En 2021, Jair Renan ya fue investigado por supuesto tráfico de influencias y lavado de dinero ante las sospechas de que actuó para favorecer a un grupo empresarial cuando su padre estuvo en el poder, pero el caso se archivó el año pasado ante la falta de pruebas.
En la operación de este jueves, los agentes también intentan detener a dos sospechosos dentro de esa red investigada por estafa, falsificación de documentos, evasión fiscal y blanqueo de capitales, y que actuaría a través de empresas fantasma. El hijo menor de Bolsonaro no está entre los objetivos para su busca y captura.
La operación se produce en un momento en que el expresidente brasileño está hospitalizado en São Paulo para una batería de exámenes. El líder ultraderechista también afronta problemas con la Justicia brasileña al ser investigado en varios casos, entre ellos por la asonada golpista del 8 de enero, cuando miles de sus simpatizantes invadieron de forma violenta las sedes de los tres poderes para forzar el derrocamiento del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
En otro frente judicial, el exgobernante fue inhabilitado por ocho años por el Tribunal Superior Electoral (TSE), el pasado 30 de junio, por difundir bulos y atacar de forma grave el sistema electoral y las instituciones democráticas.