La Policía de Kosovo ha dado por finalizada la operación de búsqueda y captura de paramilitares serbios en la localidad de Bansjka, en el norte del país, escenario de un asalto armado que el domingo causó la muerte de un sargento kosovar y cuatro atacantes, y que Pristina califica de «terrorista».
Según el vicedirector de la Policía para la región del norte de Kosovo, Veton Elshani, este miércoles se decidirán los siguientes pasos, entre ellos el posible levantamiento del bloqueo de los accesos a Bansjka que las fuerzas del orden mantenían aún hoy.
Los agentes han confiscado grandes cantidades de armas y más de 20 vehículos, resaltó Eshani la pasada noche, tras afirmar que «el rastreo ha terminado», informa el diario Koha Ditore. Hasta ahora han sido detenidos ocho personas por sospecha de implicación directa en el «ataque terrorista» o de brindar apoyo logístico a los rebeldes.
La Fiscalía ha enviado a dos de ellos a prisión preventiva por un mes. Las autoridades del país estiman que fueron una treintena de serbokosovares y que la mayoría de ellos logró escapar a la vecina y cercana Serbia a pesar de que las fuerzas de seguridad habían cercado el monasterio ortodoxo serbio del lugar, donde se habían atrincherado el domingo. Dado que ordenó a la población de Bansjka permanecer en casa mientras duraba su operación de rastreo, la policía repartió paquetes de alimentos a los cerca de 500 habitantes, destacó anoche el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, en un comunicado publicado en su cuenta de X (antes Twitter). «Agradezco a nuestros ciudadanos por su calma, prudencia y confianza».
«La Policía está a vuestro servicio, escribió. Las fuerzas de la OTAN en Kosovo, KFOR, aseguran que estuvieron presentes en la zona durante toda la operación policial. La Policía kosovar intervino conforme a sus competencias legales (...) Las tropas de KFOR estuvieron sobre el terreno, siguiendo la situación de cerca, dispuestas a reaccionar en caso de necesidad», reza un comunicado de las tropas internacionales.
La nota añade que KFOR y la misión de la Unión Europea para el imperio de la ley, EULEX, «trabajaron en estrecha cooperación» . Pristina publicó vídeos y fotos que asegura son prueba de que en el ataque participó un importante líder político serbokosovar, Milan Radoicic, cercano al presidente serbio, Aleksander Vucic.
El ministro de Exteriores serbio, Ivica Dacic, calificó anoche la presentación de dicho material de «estafa», dijo que «no sabía si en las fotos está Radoicic» pero sí que el vídeo «no fue filmado el domingo». El violento incidente supone una seria escalada de las tensiones entre Serbia y su antigua provincia (Kosovo), y deja en punto muerto las difíciles negociaciones entre las partes para normalizar sus relaciones, iniciadas hace años bajo la mediación de la Unión Europea (UE). Belgrado se niega a reconocer la independencia de Kosovo, autoproclamada en 2008.