El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, reiteró este viernes que rechaza «rotundamente» el pacto para repartir migrantes entre los Estados miembros según un plan «dictado» por la Comisión Europea y Berlín.
«Polonia pone un fuerte veto a tal posición. Se lo dije ayer a muchos primeros ministros y, curiosamente, muchos están de acuerdo conmigo pero tienen miedo de este dictado que viene de Bruselas y Berlín. No tenemos miedo de este dictado, ya lo hemos demostrado», declaró Morawiecki a su llegada a la cumbre de la UE que se celebra en Granada.
En la cita en la ciudad española, los líderes de los países y las instituciones de la UE debatirán informalmente sobre el futuro de Europa y, en particular, sobre la posible ampliación de la UE y la migración, después de que este miércoles se alcanzara un acuerdo sobre el Reglamento de Crisis, la última pieza del Pacto Europeo de Migración y Asilo que quedaba por encajar. Además de Polonia, también se opuso al acuerdo Hungría, mientras que Austria, la República Checa y Eslovaquia se abstuvieron, lo que puede complicar el recorrido final que le queda al pacto.
El jefe de Gobierno de Polonia, del partido ultranacionalista Libertad y Justicia (PIS), se opone a ese acuerdo y acusó a Bruselas de urdir el plan de reparto de migrantes pactado en el Consejo de la UE en connivencia con su rival político, el ex primer ministro polaco y anterior presidente del Consejo Europeo, el democristiano Donald Tusk.
«Bruselas, con el apoyo del partido de Tusk, empezó a implementar ese plan, es decir, aceptar inmigrantes ilegales, inmigrantes, y para aquellos países que no quieren aceptar inmigrantes ilegales, imponer medidas draconianas», dijo Morawiecki. El líder polaco añadió que reiterará al resto de jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la reunión de este viernes que Polonia «rechaza rotundamente» el plan migratorio por varias razones, empezando por «la seguridad».
«La situación de la seguridad, ya sea en Francia, en los Países Bajos o en otros países, se ha vuelto claro que la causa de esta falta de seguridad en las calles son los inmigrantes ilegales», lanzó Morawiecki, que atribuyó a los migrantes irregulares «el 70 % de los delitos» en Francia o Suecia.
Apuntó que Suecia ha tenido que recurrir al Ejército para hacer frente a la violencia de las pandillas y dijo que Francia ha desplazado a los servicios especiales a Marsella, ciudad portuaria donde el crimen organizado está muy implantado. «Queremos paz y seguridad y queremos previsibilidad. El gobierno de Ley y Justicia es predecible. Lo que hicimos hace cinco años es lo mismo hoy y en el próximo Consejo. Esta es la decisión de los votantes, defenderemos el derecho de los polacos a la seguridad», concluyó.